LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

jueves, 30 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: el desánimo

Cuando tus brazos pesan tanto que arrastran tu mente hacia un pozo sin fondo.
Cuando las ganas de reír ceden a la necesidad de llorar.
Cuando por mucho que quieras levantar cabeza sientes como un mar de dudas te ahoga sin remedio
Cuando el sol brilla para los demás y a ti te quema su reflejo
Cuando las voces que oyes solo son murmuro de lamentaciones
Cuando la soledad te pesa y la multitud te agobia
Cuando todo es nada y nada es demasiado

Cuando todo lo que ves y sientes es para dolor, es que el desanimo te está rodeando con sus brazos destructores

¿Quién, en algún momento de su vida, no ha sentido esta sensación de rendición y abandono?

Pasó y volverá a pasar, nada nuevo bajo el sol. Pero nosotros somos hijos de un Dios de amor, de un pastor que nunca abandona su rebaño, de un Padre que ha sacrificado su hijo unigénito para redención de nuestros pecados.

Él siempre está en y con nosotros, es fuente radiosa de alegría, es nuestro salvavidas, hace que el sol sea luz que alumbra nuestros pasos, con Él todo se entiende, sino está a tu lado es que te está llevando en sus brazos portentosos y protectores, gracias a Él la nada cede el protagonismo a un todo celestial.

Busquemos en nuestro Padre la vida que nos quiere quitar el desanimo porque Él, nunca, nunca, nunca nos abandonará!!!


“Al Señor busqué en el día de mi angustia: Mi mal corría de noche y no cesaba: Mi alma rehusaba consuelo” Salmos 77:2

miércoles, 29 de junio de 2011

Un día, una oración, un versículo: Oración, Padre nuestro

Padre nuestro,

Desde la magnificencia celestial que nos aguarda,
Tu nombre es gloria y tu reino nuestro porvenir
Sea el universo feudo de tu voluntad
Rogamos nos alimentes de espíritu y de materia
Más con tu perdón libéranos del pecado como asimismo obramos con nuestros deudores
Ampáranos ante la tentación y redímenos del mal
Amen

“9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,(A) por todos los siglos. Amén.” Mateo 6:9-13

martes, 28 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: Nuestra mirada

Un día, una reflexión, un versículo: Nuestra mirada

El que mira con sus ojos puestos en el mundo ensucia su corazón con impurezas
El que mira con su corazón puesto en el Señor limpia sus ojos de impurezas.

No culpemos los demás de nuestras debilidades, si moran en nosotros, oremos y leamos la palabra para que el Señor, con su gran misericordia, nos limpie de ellas.
Las cosas y las personas no son motivo de pecado de per se, el ser humano las ensucia cuando su mirada es pecaminosa.

Podemos mirar a una prostituta con un corazón lleno de amor y con el deseo de ayudarla a conocer el Señor. ¿O solo podemos verla con concupiscencia y deseo carnal?
Podemos mirar a un indigente con un corazón lleno de amor y con el deseo de ayudarle a conocer el Señor. ¿O solo podemos verlo con un desprecio carnal de repulsión?
¿Son ella y él piedra de tropiezo nuestro o lo es la mirada de nuestro corazón turbio?

Jesús en Lucas 7:37-50 supo ver en esa mujer pecadora (posiblemente prostituta) todo lo bueno que había en ella. ¿Queremos ser como los fariseos de la historia o como Jesús?
Proverbios 22:9 nos guía a como mirar con ojo misericordioso al indigente. ¿Queremos seer ciegos de amor?

La mirada, nuestra mirada es la luz de nuestra fe, hagamos que sea para bien de los demás y no para auto exculpación de nuestros pecados.
“El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente.” Proverbios 22:9


domingo, 26 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: el ejemplo

Como cristianos somos llamados a ser ejemplo en el mundo pero también en nuestra comunidad. La diferencia entre un buen y un mal ejemplo puede ser clara y tajante pero también suele ser ambigua y turbia.

¿Por qué?

Porque nuestros comportamientos son, a menudo, ambiguos y turbios. Somos pecadores y por ello ser ejemplo es un reto difícil.

El buen ejemplo glorifica lo bueno y humilla lo malo.
El buen ejemplo no juzga más testifica para bien de todos.
El buen ejemplo enriquece y estimula

El mal ejemplo humilla lo bueno y glorifica lo malo
El mal ejemplo juzga para mal menospreciando lo bueno
El mal ejemplo empobrece y desanima

Todo cristiano busca dar buen ejemplo como testimonio de su fe.

Un buen ejemplo que ahuyenta a tus hermanos nunca será un buen ejemplo, no caigas en la tentación de pensar que tus hermanos están equivocados, puede ser o no, más nunca juzgues sus razones porque las tuyas también lo serán.
Un buen ejemplo que te aleja de tus hermanos nunca será un buen ejemplo,

Un buen ejemplo es ante todo humilde y rehúye la notoriedad. Vanagloriarse de ser un buen ejemplo es un acto de orgullo que destruye lo que clama.

Un buen ejemplo acerca a los perdidos al camino del Señor

Jesús es el buen ejemplo perfecto, no dejemos de aprender de Él para que, un día, también nosotros seamos un buen ejemplo para los demás.

“Pues conozco vuestro pronto ánimo, del cual me glorío yo entre los de Macedonia, que Acaya está apercibida desde el año pasado; y vuestro ejemplo ha estimulado a muchos” 2 Corintios 9:2.

Si os sirve de muestra, muy a menudo, yo me siento un mal ejemplo y le pido perdón al Señor por ello. Oro sin cesar para que me ayude a mejorar mi conducta con vosotros, con mi familia, con mis hermanos en la fe, con los demás porque sé que mi camino para el buen ejemplo es largo y difícil.

Que el Señor nos ayude. Amen

jueves, 23 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: los milagros

Un milagro es una obra divina que sobrepasa nuestra capacidad de actuación pero a menudo también de entendimiento.
Todos tenemos la tentación de pensar que la vida en época de Jesús era más fácil, porque ver a nuestro Señor actuar y hacer milagros tenía que ser impresionante y convincente.
¿Por qué no fue así y no todos aquellos que convivieron con Él se rindieron a Él?
¿Será por lo mismo que hoy no vemos todo aquello que nuestro Señor sigue haciendo por nosotros?

Incrédulos fuimos, incrédulos somos.

Ante la evidencia de los hechos está la duda de la obediencia. Esta es la historia de la humanidad desde los siglos de los siglos, así empezaron Adán y Eva. Así continuamos nosotros.

Nuestra vida está plagada de milagros que no sabemos ver y todavía menos agradecer.

Abramos los ojos y miremos a nuestro alrededor y veremos que el Señor obra cada día en nuestras vidas milagrosamente. Aquel accidente que tuvimos y salimos ilesos, aquella persona que pudimos dañar, la recuperación de Mónica, etc… un día más en nuestra vida....
Démosle las gracias por ello.

Los milagros son la manifestación omnipotente de nuestro Señor para su gloria y también para nuestra edificación y salvación.
No dejemos que nuestra incredulidad cohíba nuestra capacidad de ver, entender, aceptar y agradecer. No seamos fariseos.

“Entonces Jesús les dijo: si no viereis señales y milagros no creeréis.” Juan 4:48

martes, 21 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: El dinero

El amor al dinero no es amor, es: codicia, avaricia, egoísmo, es la esencia del mal o el mal de las esencias.
Por él se mata, engaña, roba, estafa. Las guerras sin él no serían guerras pero por y con él son destrucción y dolor.
Todo lo que toca el dinero lo ensucia porque hace de unos lo que debería ser de todos.
El dinero seduce, atrae, clama su poder más este es, de sumisión a un becerro de oro.

El pobre anhela ser rico sin temor y el rico teme ser pobre sin anhelo. Ambos yerran porque ¿quién se hundirá más rápido en el fondo del mar: el hombre cargado de monedas o el hombre despojado de ellas?

No dejes que tu vida se contamine con dinero, dale el sitio que se merece en tu escala de valores: necesario pero solo lo imprescindible.
No por tener mucho dinero eres más rico sino compartiéndolo con tus hermanos porque el dinero solo es bueno cuando es de todos y para todos.

No nos olvidemos que el dinero no sirve de nada allá donde vamos

“6Empero grande granjería es la piedad con contentamiento. 7Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto. 9Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden á los hombres en perdición y muerte. 10Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” 1Timoteo 6:6-10

Un día, una reflexión, un versículo: La discreción

La discreción es la justa actitud de los sabios porque cuanto más sabes más prudente eres.

El que consigue su propósito con discreción alaba al Señor con cantos de humildad.

La discreción antepone el resultado a quien lo consigue.

La mansedumbre  se nutre de la humildad y se expresa con discreción

Si obramos con discreción cultivamos  nuestros hechos dándoles el protagonismo que nosotros no debemos tener.

“Yo, la sabiduría, habito con la discreción, y hallo la ciencia de los consejos” Proverbios 8:12

lunes, 20 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: Hijos de Dios

Las certezas son como gigantes, invencibles cuando son de una pieza, y terriblemente frágiles cuando son con pies de barro.
Las dudas son como la carcoma, invencible si la ignoras y terriblemente frágil cuando la detectas a tiempo.

Somos salvos porque somos hijos de Dios, es una certeza invencible, por su gran misericordia, la Palabra nos lo dice con absoluta claridad.

La pregunta es y será a lo largo de toda nuestra vida. ¿Seremos lo suficientemente, fuertes, rectos, humildes, mansos, arrepentidos, con una fe inquebrantable para que nada y nadie nos aparte del camino de los hijos de Dios?
Solo nuestro Señor lo sabe, la vida cristiana es un largo camino para unos y una corta senda para otros.

Oremos, oremos, oremos, buscando en Jesús nuestra fuerza y valentía para enfrentarnos a nuestros enemigos.
Tenemos la promesa divina de que Él no nos dejará, por lo tanto seamos vigilantes no vaya a ser que lo dejemos nosotros.

“Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.” Josué 10:25

viernes, 17 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: Malas costumbres

Estamos tan acostumbrados a exigir nuestros derechos que nos olvidamos frecuentemente que no hay derechos sin deberes y que el primero de ellos es el de agradecer aquello que los demás hacen por ti.

Estamos tan acostumbrados a mirarnos el ombligo que nuestra vista ya no alcanza a ver que el universo se expande tras nuestro.

Estamos tan acostumbrados a que nos sirvan que nos olvidamos de servir a los demás.

Estamos tan acostumbrados a quejarnos que nos olvidamos alegrarnos de aquello que es bueno.

Estamos tan acostumbrados a ser orgullosos que la humildad nos parece una debilidad.

Estamos tan acostumbrados a querer ser maestro que nos olvidamos ser alumno.

Estamos tan acostumbrados a hablar que nos olvidamos escuchar.

Estamos tan acostumbrados a nuestras malas costumbres que nos olvidamos que existen.

Párate un día, solo un día, a pensar cualas son tus malas costumbres, anótalas y ora para que el Señor te ayude a borrarlas una por una. Seguro que conforme las vayas tachando otras aparecerán, no te preocupes por ello somos humanos. Lo importante no es que aparezcan nuevas sino que te preocupes y actúes para reconducirlas a bien.

Porque la verdad es que estamos tan malacostumbrados a………..

“32 Si como hombre batallé en Efeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. 33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” 1 Corintios 15:32-3

jueves, 16 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: el erudito

Estaban en la selva un joven y su maestro y el maestro le pregunto al joven:
- “¿Qué diferencia hay entre el sabio y el erudito?”
- “Ninguna maestro, le respondió el joven, porque para ser sabio hay que ser erudito y para ser erudito hay que ser sabio.”

Entonces el maestro se giró y le dijo:
-“Mira este pájaro ¿qué está haciendo?”
- “Está comiendo maestro, seguro que tiene gana”
-“Mira este Guepardo ¿qué está haciendo?”
-“Está descansando maestro, es el final del día seguro que ha estado cazando”
-“Y yo, ¿que estoy haciendo?”
- “¿Usted maestro? me está haciendo preguntas para ver si estoy preparado”

El maestro le sonrió y le contesto:
“No por conocer sabes. Las cosas suelen ser lo que no parecen y suelen parecer lo que no son. El contexto de lo que sucede es tan o más importante que lo que sucede. Por ello el erudito es un necio si al conocimiento no le añade entendimiento.
Por ejemplo, si miras este pajarito con detenimiento y sabes que estamos en época de cría veras que no está comiendo más bien esta recogiendo alimentos para sus crías.
Si miras este Guepardo verás que no está cansado de la caza del día sino que parece cansado que es lo que más le interesa para que la Gazella de allí se confíe y de ese modo la pueda cazar.
Y para acabar, no te estaba preguntando sino más bien enseñando la diferencia entre un erudito y un sabio.
El conocimiento sin entendimiento no es sabiduría es como una semilla sin el agua que la haría crecer, está pero nunca dará fruto
Si entiendes esto, dentro de muchos años tú también podrás enseñar pero por ahora limítate a aprender, que el camino es largo y angosto hacia la sabiduría y corto y ancho hacia la necedad.”

"17 Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento; 18 Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos" Efesios 1:17-18

martes, 14 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: el remordimiento

No dejemos que el día de mañana mate el día de hoy más que el primero avive el segundo, por ello no permitamos que los remordimientos nos devoren sino que el arrepentimiento de nuestro corazón contrito los limpie antes que un nuevo sol amanezca.

Todos tenemos de qué arrepentirnos, la Palabra es un espejo personal y sin compromisos para concienciarnos de nuestros pecados.
Por ello el remordimiento es una inquietud propia del cristiano. No nos olvidemos día tras día de vaciar nuestra mochila de cargas pecaminosas. No vaya ser que el peso de estas nos desvíe de nuestro camino o nos fatigue antes de llegar a la presencia del Señor que por cierto puede ser en cualquier momento.

El remordimiento es bueno si no alimenta tu dolor más si tu humildad transformándola en bondad.
El remordimiento es malo si no alimenta tu humildad más si tu dolor transformándolo en amargura.

“15 Teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos, la cual también ellos esperan. 16 Y por esto, procuro yo tener siempre conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres.” Hechos 24:15-16

Un día, una reflexión, un versículo: el líder

Un líder no es aquel que los demás siguen sino aquel que guía a los demás para que encuentren su camino.
El líder sabe que él no es la solución sino aquel que ayuda a hallarla.
El propósito del líder solo se cumple cuando los demás creen que no lo necesitan.
Un líder no se hace más se nace, para bien sirviendo a los demás o para mal sirviéndose a sí mismo.
El que se cree o quiere ser líder es un necio porque solo el temor y el deseo de agradar al Señor deben morar en su corazón.

El liderazgo es un concepto humano seductor y tentador pero hay de aquellos que lo buscan porque caerán en vanidad y orgullo.

La humildad lidera aquello que vanidad y orgullo dominan.

No hay más guía que nuestro Señor.

“Y les decía una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?” Lucas 6:39

jueves, 9 de junio de 2011

El compromiso

Un día, una reflexión, un versículo:

El compromiso obliga aquel que lo adquiere pero solo el que lo cumple lo honra.

En un mundo donde reina el parecer frente al ser es muy fácil comprometerse, más solo en el cumplimiento de tus obras se manifestará tu fe.

El que se compromete a más de lo que puede implica su vida en un camino de angustia, la de no honrar su palabra ante el Señor.

La sencillez del compromiso obra en humildad y actúa en bondad.

Es tentador tener grandes compromisos, propósitos muy nobles y muy atrevidos pero no nos olvidemos que el principal compromiso que Jesús nos pide es de amor al Padre y a nuestros hermanos como a nosotros mismos. Sencillo y al alcance de todos. Vivamos en humildad con este propósito y seremos buenos hijos de Dios.

“37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22: 37-40

miércoles, 8 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo

Un día, una reflexión, un versículo:

Las notas inconexas solo son ruido a nuestros oídos si no pasan por el músico que las encamina para dar vida a una melodía.

Las líneas inconexas solo son garabatos a nuestra vista si no pasan por el arquitecto que las organiza para dar vida a un monumento testigo de su tiempo.

Los colores inconexos solo son manchas en la paleta del pintor si no pasan por sus pinceles para dar vida a su obra.

Todo existe pero sin el camino verdadero nada cobra vida.

Harmonía, estética, arte no existirían sin sus creadores, aquellos que son el camino, la verdad y la vida se sus obras.

Nosotros somos obra del Señor y Jesus es el camino, la verdad y la vida que nos lleva al Padre.

"Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí." Juan 14:6

Que tengáis un buen día, Joves, Alfons

Un día, una reflexión, un versículo

-Un día, una reflexión, un versículo:

El olvido tiene dos aliados: el tiempo y la distancia, tanto para bien como para mal.

El olvido; cuanto más lento más duradero, cuanto más lejos más rápido.

Atesora y cuida tu relación con tu familia, tus amigos y hermanos porque el tiempo y la distancia te quitarán todo aquello que ellos te dan.

Dejar un amigo en el olvido empobrece tu corazón.

No te olvides nunca de ello ni de ellos, es solo una cuestión de tiempo que te toque a ti…..

“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” Eclesiastés 12:1

martes, 7 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo

Un día, una reflexión, un versículo

Cuando las lágrimas del rocío caen de una hoja de abedul, anuncian, con el sol naciente, el nacimiento de un nuevo día.
Cuando las lágrimas de nuestro espíritu caen del peso de nuestro pecado, anuncian, con nuestro bautismo, el renacimiento de una nueva vida.
Cuando aceptamos a nuestro Señor como salvador de nuestras almas nuestro renacer es para la eternidad porque Él pago con su sacrificio por nosotros. Amen

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”  1 Pedro 3:21

lunes, 6 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo

Un día, una reflexión, un versículo:

Como cristianos somos nómadas del mundo, estamos en él, nacemos y morimos en él pero no le pertenecemos, por ello no nos llevaremos nada de él, porque nada de lo que está en este mundo es nuestro.
Como cristianos somos moradores del Señor, estamos en él, nacemos y morimos en y para él, le pertenecemos, por ello recibiremos todo del Padre, porque todo lo que está en los cielos es suyo.

No dejes que tu mochila se cargue hasta romperse y romperte. El único bien preciado de este mundo nos fue entregado por nuestro Padre: la Palabra. Es nuestra guía, nuestro sustento, nuestro refugio, nuestro alimento, es: nuestro kit personal de supervivencia.

El camino puede ser largo, o corto, nunca sabemos cuando se acabará, no dejes que lo mundano pese en ti a la hora de partir.

“Porque cada cual llevará su carga” Gálatas 6:5

jueves, 2 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo

Un día, una reflexión, un versículo:

La mejor forma de encontrar una rosa en medio de un zarzal es de desearla tanto que con los ojos cerrados, entre espinas y maleza, su aroma te guíe a ella .

Si ansias encontrar al Señor pon en oración tu ruego y busca su presencia en tu corazón.

La oración es la voz del alma. La única vía de expresión directa con nuestro Señor. Oremos, Amen!

"Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza." Daniel 9:3

miércoles, 1 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo

Un día, una reflexión, un versículo:

Cuanto más tengas que decir más escucha antes de hablar. No habla mejor el que mucho dice sino aquel que palabras justas y amorosas destila con parsimonia.
Amordaza tu boca para que no te hiera ni a ti ni a tus hermanos.

"El que responde palabra antes de oir, Le es fatuidad y oprobio." Proverbios 18:13


Un día, una reflexión, un versículo

-Un día, una reflexión, un versículo:

Nuestras dudas son buenas compañeras de nuestras certezas cuando, resolviéndolas, nos acercan a la palabra.
Nuestras certezas son malas compañeras de nuestra fe cuando, asumiéndolas, damos por hecho lo que solo Dios puede decidir.
Dudar y ser firmes a la vez; ambas actitudes son compañeras indispensables de nuestra maduración espiritual, siempre y cuando sepamos controlarlas y guiarlas para bien.

"AMADOS, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo."