Nada cae en la nada mas todo tiene su receptáculo, y el de las palabras
perdidas es uno de los más concurridos.
Cuando no escuchamos dejamos que las palabras se pierdan y se alejen de
nuestro entendimiento, preferimos que las nuestras busquen un destinatario a
ser receptáculo de las de los demás.
Como el rocío deja su tributo en el receptáculo de una flor, obra la palabra
del Señor en los corazones entregados.
Ser testigo es hacer que nuestras palabras busquen una urna donde
depositarse. Son un voto de confianza o un voto en blanco, todo dependerá
del contenido que pongamos en ellas.
Podemos ser amparo o desamparo de los demás pero si queremos obrar como nos
pide nuestro Padre siempre seremos receptáculo de las palabras perdidas de
los que necesitan amor porque el que escucha la necesidad ajena no permite
que erren sus semejantes.
Allá donde veas miseria y carestía encontrarás vasijas llenas de palabras
perdidas, aquellas que nadie escucha, no vaya a ser que perturben nuestro
confort.
El que da asilo a la pobreza enriquece su corazón, el que no, alimenta el
receptáculo de las palabras perdidas.
"1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro
de ti,
2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a
la prudencia, 3 Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu
voz; 4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, 5
Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios."
Proverbios 2:1-5
Que Dios os bendiga, Alfons <><
Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e
ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:
http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/
Església Evangèlica La Gràcia de Déu
Ciutat de Balaguer, 40, Barcelona
Cada domingo a las 18 00, ¡OS ESPERAMOS!
-- Desde Mi iPad
No hay comentarios:
Publicar un comentario