LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

jueves, 3 de mayo de 2018

LA IMPORTANCIA DE SABER MEDIR


¿Cómo puede medir un ciego la distancia que le separa del vacío que tiene a su vera? Con el apoyo de los demás. (Anónimo) 


Todos somos ciegos que se ignoran y los vacíos de nuestra vida nos rodean constantemente. Solo con el amor de los demás, y el nuestro hacia ellos, podemos sortear estas situaciones porque si bien nuestra cegara nos impide ver en ciertos momentos, no todos la padecemos al instante por lo que dependemos los unos de los otros tanto como debemos amarnos los unos a los otros.

No todo lo que se ve se puede medir porque no siempre tenemos una referencia para ello. Hay que aprender primero a elegir los modelos que queremos seguir para después hacer que estos nos ayuden a medir.

La convivencia no solo es la capacidad de vivir con los demás, mas también, y sobre todo, amarlos, compartir sus penas y glorias, apoyarlos cuando lo necesitan y dejarse ayudar cuando lo necesitamos. Es saber perdonar y pedir perdón, saber aprender y enseñar con humildad.

Y todo eso solo es posible si sabemos medir el peso de cada instante de nuestra vida. Es un reto constante al que solo podemos enfrentarnos si tenemos claros nuestros valores, nuestras referencias, nuestras creencias, en definitiva nuestra fe.

¿Es más fácil para un cristiano no perderse en este intento? Sí lo es, lo es tanto como más exigente y más difícil a veces porque somos conscientes de lo que hacemos o dejamos de hacer, porque sabemos lo que nuestro Padre espera de nosotros y cuando le desobedecemos, y todos le desobedecemos, el peso de la culpa es más denso en nuestro corazón. Por ello y para ello tenemos la fe, esta misma que nos enseña que nos somos salvos por obras sino para obras. Esa misma que nos hace vivir la Gracia de Dios como el contrapunto a nuestra impureza. No somos de este mundo pero estamos en este mundo, llamados a ser sal y luz en nombre de nuestro creador.

Es fácil equivocarse a la hora de medir, nuestra tendencia a exagerar las cosas nos invita fácilmente a juzgar, a condenar sin pensar que esa misma vara de medir nos será aplicada a la hora de presentarnos ante nuestro creador. No somos lo suficientemente conscientes de ello porque de lo contrario seríamos más misericordiosos, más compasivos como esperamos que lo sean con nosotros.

La vida en este mundo es una exigencia constante a resistir a nuestra condición pecaminosa, nuestra condición humana, y no cabe duda de que lo intentamos, como no cabe duda de que erramos más veces de lo que convendría. Por ello es importantes ser conscientes de nuestra condición y orar porque Dios y el Espíritu Santo que mora en nosotros nos guien hacia el camino de salvación haciendo que cada paso que demos sea hacia Jesús.

Esto que nos es evidente e imprescindible a los creyentes es trivial y baladí para aquellos que rehúyen de Dios, nada nuevo bajo el sol.

37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (Lucas 6:37-38)


Que Dios os bendiga, Alfons <><

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