LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

martes, 24 de abril de 2018

RENACER


Para renacer hay que morir como para vivir hay que nacer, evidencias obviadas a menudo por aquellos que viven con afán de inmortalidad. (Anónimo) 

El ser humano busca constantemente alargar sus días con el propósito de alcanzar la inmortalidad olvidándose de que todo lo que nace en este mundo está condenado a morir, por mucho que algunos se empeñen en lo contrario.

No hay forma de limpiarse la corrupción de un cuerpo que no pase por su renovación, lo mismo pasa con el espíritu y eso solo se puede conseguir a través de la muerte, esa misma que Jesús vivió para salvación de nuestros pecados.

La muerte tiene algo de purificador, de sanador, es un reset de nuestro cuerpo, de nuestra mente, de nuestro espíritu y como todo reset no a todo el mundo le funciona de la misma manera.

Aquellos que pretenden no morir son unos necios porque rechazan la oportunidad de renacer, esa misma que nos ofrece Jesucristo y que ejemplarizo resucitando.

La muerte es una etapa imprescindible para desprendernos del pecado, para recuperar la inocencia original de la que tanto huimos y despreciamos en este mundo.

Todos aquellos que están atemorizados por ella no viven la fe de un Dios redentor y cuya Gracia nos abre la puerta

No le tengo miedo a la muerte, de hecho creo que será para mí una gran liberación de mis cadenas pecaminosas. Sí temo el dolor pero quien soy yo para acongojarme por ello cuando Jesús padeció lo indecible por mí. Soy débil, sí lo soy, pero por suerte mi fortaleza no depende de mí, está toda depositada en Jesús y Él ha estado, está y estará para la eternidad a mi lado.

Ya he experimentado lo que significa el renacer y, aunque que sea en este mundo, el bautismo con la aceptación de Jesús como mi Señor y salvador. Fue un momento de gran júbilo, emocionante, de un primer amor que se fortalece en la fe. Luego, la vida, mi condición, el día a día han hecho que mi lucha sea constante para mantener mi fe y hacer que crezca en mí. Y a cada paso que he progresado me he visto más como soy y eso me avergüenza porque sé que debo enmendarlo. Por ello es tan importante ser conscientes de la Gracia de Dios y de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas porque si bien me siento cada vez más indigno de Dios también me siento cada vez más cerca de Él y más amado por Él.

Es muy importante renacer y para ello todo nuestro ser corrupto debe morir. Pero lo más importante de ello es que Jesús nos espera al final de nuestro camino que es el principio del suyo, para la eternidad.

3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.(Juan 3:3)

3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos (1 Pedro 1:3)

Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús (Juan 3:5)

Que Dios os bendiga, Alfons <><

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