LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

domingo, 14 de febrero de 2021

NECESIDAD

La diferencia entre lo que necesitamos y lo que deseamos está en creer que sabemos aquello que desconocemos. (Anónimo)


Maestro y alumno paseaban por los jardines del conocimiento, cuando, girando tras unos pinos frondosos se encontraron frente a un desierto.

El maestro preguntó:

- Joven, ¿Qué te sugiere este lugar tan desolado?

- Maestro después de lo que hemos paseado, y expuestos directamente al sol, tengo sed.

- Una situación normal en un lugar exigente.

- Pero siempre se puede volver al claustro…

Se giró, y cuál fue su sorpresa cuando vio que el desierto había invadido todo su entorno dejando a su alcance dunas y dunas de arena sin más que ofrecer.

- … ¿Qué ha pasado maestro? ¿Por qué ha desaparecido todo?

- Porque hemos entrado en nuestro corazón, cuando este, lucha contra la sequedad de espíritu. ¿Y, dime joven si fuera capaz de ofrecerte lo que más necesitas para acabar esta odisea que me pedirías?

- Agua, maestro, en suficiente cantidad para aguantar el viaje.

- Darte agua puedo, pero no está en mi mano decirte cuánto durará el viaje ni cómo será.

- Pues cuanto más mejor, maestro.

- Si te cargo de agua no podrás avanzar con facilidad, y te expondrás a no poder llegar a tu destino a tiempo, para que se reabra el portal que nos devolverá de nuevo al claustro.

- Entonces, maestro, poca porque así aligeraremos el paso y llegaremos antes, ¿no?

- ¿Pero cómo sabemos que tendremos lo suficiente para aguantar sin desfallecer, joven?

- No lo sé, maestro, no sé qué pensar.

- ¿Y si te digo que lo que necesitas no es lo que me has pedido?

- No le entiendo, maestro, es obvio que es agua más que nada lo que necesito.

- Bueno ya hemos visto que eso no te garantiza en absoluto sobrevivir para conseguir tu propósito.

- ¿Entonces, maestro, qué? - dijo el alumno rendido a su impotencia.

- Y si en lugar de darte agua, te enseño a encontrar fácilmente los pozos que hay en toda esta zona, porque los conozco.

- Maestro, juega con ventaja. Porque usted ya sabe esto que yo ignoro.

- Y así es en nuestra vida, joven. Cuando le pedimos al Señor que nos de algo y en su lugar nos proporciona un camino de pruebas es porque Él sabe de nuestra existencia lo que nosotros desconocemos, y sobre todo lo que necesitamos. Con y a través de Él todo es para fin de bien.

- Visto así, es diferente, pero no se me hubiera ocurrido enfocarlo de esta forma.

- ¿Tú crees en Jesús, como nuestro Señor y Salvador?

- Claro maestro.

- ¿Sabes que Dios nos ama infinitamente y que a sus hijos protege?

- Sí maestro, pero claro cuando uno está en medio de un desierto se le olvida el resto y busca soluciones.

- Tú lo has dicho, joven, y ese es nuestro primer error. Tan genuino como el pecado original. Confundimos nuestros deseos con nuestras necesidades y caemos y recaemos en nuestros pecados olvidándonos de que lo más importante no es lo que queremos, sino lo que Dios quiere para nosotros. Antes me has dicho que yo ya sabía lo que ignorabas en esta situación. Pues esto es una constante en nuestra vida. Dios nos conoció antes de que creara el mundo. Él, ya sabe lo que nos conviene, y nuestros intentos grotescos de suplirlo pretendiendo solucionar nosotros mismo nuestras vidas, solo entorpecen nuestro camino hacia ÉL. Buscando a Dios, a través del Espíritu Santo, encontraremos la solución. Buscando nosotros la solución, nos alejaremos de Dios.

- ¿Entonces, maestro, qué debemos hacer?

- Poner en sus manos lo que no caben en las nuestras. Buscar su respuesta cuando la vida nos reta. Olvidarnos de nuestro ego para seguir su guía.

- Entiendo, maestro. Ha sido una lección muy refrescante en este desierto. Jajaja – Ambos rieron abundantemente

- Oremos al Señor para que nos guie, joven

Y oraron juntamente. Luego abrieron los ojos

- ¿Y que ves ahora, joven?

- La puerta del claustro.

- No te olvides nunca que solo Dios puede darnos lo que necesitamos. Nosotros debemos aprender, toda nuestra vida, a buscarlo en lugar de querer solucionar nuestras necesidades. Es el único camino hacia Él.

- ¡Amen!

- ¡Amen!

Y ambos continuaron juntos el camino hacia el claustro donde les esperaba un buen refresco.

Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. (Salmo 34:10)

No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. (Mateo 6:8)


Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:

http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000

http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo

http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/

http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario