Un día, una reflexión, un versículo: Oración

Padre,

Siento venir hacia ti cuando te necesito más que cuando que cuando te agradezco.

Lamento que mis peticiones sean en gran mayoría fruto de mi condición pecadora.

No soy un buen cristiano todo y que pretendo serlo. No soy un buen anciano todo y que soy mayor.

Intento torpemente llevar mi diaconía y siento a menudo que las pruebas vencen mi voluntad porque solo puedo ofrecer lo que soy y no soy nada.

Advierto aquello que no debería ser y no puedo hacer que no sea y cuando no lo veo hago que sea.

Como te entiendo Señor, cuando desde el cielo observas nuestras iniquidades y estas te entristecen. Vivo en mi pequeñez aquellas actitudes erróneas que me también me apenan sin poder hacer nada y me compunge pensar en nuestros malos comportamientos.

Pero a pesar de todo aquello que me doblega Tú me levantas una y otra vez Señor.

Me cuidas cuando enfermo, me guías cuando me pierdo, me animas cuando me desmoralizo, me amas cuando te niego, me perdonas cuando condeno.

Gracias por tu Gracia, y misero de mí sin tu misericordia Señor.

Te ruego de todo corazón me guíes para que no sea nuca piedra de tropiezo de nadie y que con amor y firmeza en tus enseñazas pueda ser de bendición para nuestros Joves. Renueva mi corazón Señor, te lo ruego Padre.

En el amado nombre de nuestro Señor Jesucristo,


Amen

“20 De cierto, de cierto os digo que vosotros lloraréis y lamentaréis, y en cambio el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. 21 La mujer cuando da a luz tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz a un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. 22 También vosotros ahora tenéis tristeza, pero os volveré a ver y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.” Juan 16:20-22
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