INJUSTICIA

No hay nada más injusto que la justicia de los
hombres porque se basa en una quimera: impartir la verdad, cuando a duras
penas conocemos la nuestra.

El sentimiento de injusticia es una de las emociones
más sentidas por el corazón y más ancladas en la razón, porque provoca
nuestra ansia de valores cuando estos escasean.

¿Por qué a mí? Se pregunta el que se siente tratado
injustamente pero, ¿sería por ello más justo si fuera otro objeto de tal
adversidad? La injusticia no es una fortuna que queramos compartir mas sí
un infortunio que pretendemos eludir.

El sol fortalece la fruta sana y pudre los frutos de
injusticia.

No hay peor golpeo a nuestro ego que la afrenta de
una injusticia, mas no las que destilamos a los demás, solo las que
recibimos. Si fuéramos más prudente a la hora de enjuiciar con toda
seguridad seríamos más humildes a la hora de aceptar las injusticias.

Las injusticias no son injustas para aquel que sabe
que solo Dios puede juzgar su vida, mas son retos a nuestro orgullo y
escuela de paciencia y abnegación porque, sin ellas, nos creeríamos justos.

Un mundo donde imperan las injusticias es un mundo
de rodillas ante el pecado, nuestro mundo.

“Si opresión de pobres y perversión de derecho y de
justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el
alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.” Eclesiastés 5:8

Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de
reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en
Amazon:
http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000

http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/
Església Evangèlica La Gràcia de Déu
Ciutat de Balaguer, 40, Barcelona
Cada domingo a las 18 00, ¡OS ESPERAMOS!