La lengua es poco fiel a aquel que no actúa según sus palabras, su legado será como huella en la playa barrida por el mar de la vida.
¿Quién he sido, quién soy, quien seré? ¿Mis palabras o mis hechos?
El que es recordado solo por sus palabras es como un oasis en el desierto cuanto más te acercas a él menos lo distingues, espejismo de este mundo, promesas incumplidas.
Soy cristiano, pero no sirvo a los demás. Soy cristiano pero no amo a los demás. Soy cristiano pero mi placer domina mi deber. ¿Soy cristiano? Más fácil es decirlo que serlo, más sabio es intentar actuar humildemente que clamarlo a los siete vientos. Por mucho que lo digamos nunca seremos más que la consecuencia de nuestros actos
El querer ser lo que decimos nos obliga a humildad de labios porque fácil es tropezar en nuestras propias enseñanzas y difícil es enmendar aquello que no hemos conseguido.
“21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?” Romanos 2:21-23
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Un reto dificil de cumplir en la dinámica de la vida cotidiana. Predicar la justicia y no dejarnos dominar por el enfado o la envidia no siempre es tarea facil.
ResponderEliminarGracias por tus palabras que facilitan la reflexion y autocritica para ser mejores personas.
JuanC.