La carga es peso cuando no sabemos tutearla y hace que cada día se parezca al anterior lastrándonos hacia el fondo, un día más.
La angustia es dueña de nuestra mente cuando no sabemos con quien compartirla y hace que cada día se parezca al anterior aislándonos en nuestro dolor, un día más.
La impotencia es marca de nuestros esfuerzos cuando no sabemos controlarlos y hace que cada día se parezca al anterior arrastrando nuestro cuerpo y nuestra mente hacia su rendición, un día más.
Cuando cada día se transforma en un día más estamos condenados a revivir el día anterior.
No busquemos en nosotros lo que no está en nosotros, no pidamos a los demás lo que no tienen por dar, solo encontraremos en el Señor la esperanza que nos negamos y nos niegan. Solo el Señor puede hacer que cada día no sea un día más.
"2 Si probáremos a hablarte, te será molesto; Pero ¿quién podrá detener las palabras? 3 He aquí, tú enseñabas a muchos, y fortalecías las manos débiles;
4 Al que tropezaba enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían. 5 Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. 6 ¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es tu esperanza la integridad de tus caminos? 7 Recapacita ahora; ¿qué inocente se ha perdido? y ¿en dónde han sido destruidos los
rectos?" Job 4:2-7
Que Dios os bendiga, Joves, Alfons
http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario