La ilusión es anhelo para los optimistas y espejismo para los pesimistas cuando en realidad la ilusión es cuestión de confianza, no en sí mismo, mas sí en quién o en qué la depositas.
Se dice de la ilusión que es lo último que se pierde pero no siempre es lo primero que se encuentra.
La ilusión es luz en las tinieblas, dulce música en el vacio de nuestros corazones porque aporta el contrapunto a nuestros desánimos cuando más lo necesitamos.
La ilusión es una cuestión de estado, más vale estar ilusionado que ser iluso.
La ilusión es fuente de alegría, esperanza, es un río de emociones que fluyen hacia el mar de nuestros sentimientos.
Pon ilusión en tu vida aunque sea por un instante y verás la diferencia entre la madera y el olivo, entre lo muerto y lo vivo.
De ilusión no se vive pero sin ella se muere.
La fe mueve montañas y la ilusión es su máxima expresión.
La ilusión es soñar de buenas nuevas por desgracia solemos tener demasiadas pesadillas.
"Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas" Salmo 63:1
Que Dios os bendiga, Joves, Alfons
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