Un día, una reflexión, un versículo: SENTIDOS CONTRAPUESTOS

A la orilla del bosque paseaban el viejo maestro y su alumno.

- ¿Maestro, para que sirven nuestros sentidos?

- Para dejar de sentir

- ¿No debería ser todo lo contrario?

- Sí, pero la vanidad y el orgullo del hombre transforman sus
habilidades en torpezas

- No entiendo cómo es posible que lo bueno en sí no sea bueno para el
hombre.

- ¿Quién ve mejor, el ciego o el que no lo es? ¿Quién oye mejor, el
sordo o el que no lo es?

- El que no lo es maestro, para ello tenemos la vista y la lengua.

- No menosprecies la capacidad de nuestros impedimentos, joven. Aquel
que esta privado de la vista, si mira con el corazón, verá profundamente con
sus oídos. La experiencia te enseña que es más profundo y sentido lo que de
sentidos contrapuestos emana que lo de exceso de sentido procede. Cierra los
ojos y mira el bosque, lo verás como nunca lo has visto, con profundidad e
intimidad.

- Maestro, es difícil lo que pides, no estoy acostumbrado a privarme
de mis sentidos.

- Obra con humildad y aprenderás la práctica de la paciencia como
herramienta de perseverancia en el uso apropiado de tus sentidos. La vida a
menudo nos obliga a hacer aquello que sin obligación deberíamos ejercer.

- Empezaré hoy mismo maestro.

- Haces bien, joven. El mayor de nuestros sentidos se confronta
siempre con la menor de nuestras habilidades, ¿es esto un sin sentido? No,
es la cruda realidad, si lo entiendes verás más allá de lo visible y
comprenderás como Beethoven pudo componer la 9ª sinfonía estando
prácticamente sordo.

"12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis
necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos
de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad
de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche
es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14 pero el alimento
sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen
los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal." Hebreos
5:12-14

Que Dios os bendiga, Joves, Alfons

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