Un día, una reflexión, un versículo: El destilador de amor

En un pueblo del lejano Oriente era conocido por sus artes un hombre que apodaban "el destilador de amor". Nadie nunca lo había visto pero todos conocían sus obras.
He aquí que una chica despechada por su novio se fue de casa llena de resentimiento pensando en que su vida ya no tenía sentido
Su mente le invitaba insistentemente a quitarse la vida. Estaba tan absorta por sus pensamientos nefastos que cuando se percato, un bosque de grandes cipreses la rodeaba.
Desconcertada, no conseguía situarse cuando de repente un anciano salió de la oscuridad y le pregunto.
-"¿Estas perdida?
- Sí, le contesto la joven, no encuentro mi camino de vuelta.
- ¿Estas perdida le repitió el anciano?
- se lo acabo..."
- "me refería a tu camino en el bosque de tus sentimientos", le interrumpió el anciano
La joven lo miró y reconsiderando la situación le contestó.
- "hoy es un día de gran tristeza para mi corazón, la persona que más amo en este mundo me ha abandonado"
- Yo veo el principio de una nueva vida en ti, no el final. Le contestó el anciano
- No es día alegre para mí, anciano, ya nada será igual.
- Estas tan enfadada que no ves que te han hecho un favor...
- ¿Como? le interrumpió la joven
- tengo una pregunta para ti, le dijo el anciano, ¿Era tu novio un persona sobria y comedida?
- No, ¿pero como sabe Usted eso?
- ¿Era tu novio una persona violenta contigo?
- Sí, pero ¿quién se lo ha dicho? Además estoy seguro de que habría cambiado, me lo prometió.
- No quieras rehacer lo que el Señor ha desecho por tu bien. Acepta que no todo lo que se llama amor es amor, mira en el espejo de la verdad y veras la diferencia.
Siempre hay que separar el buen del mal espíritu de vino para extraer la esencia.
Ese espejo está en tu corazón pero para poder verlo debes dejar de lado tus sentimientos humanos y mirar con el corazón limpio de acritudes."
La chica se sereno y cuando se dio cuenta había desaparecido el anciano y su resentimiento. Su corazón le había enseñado lo que su mente se negaba a aceptar. Se despertó y estaba en la puerta de su casa.
Sueño o realidad nadie nunca lo supo salvo que la joven tenía un corazón renovado y oró en agradecimiento a nuestro Señor.

No siempre las cosas son tan meridianamente claras en el océano de los sentimientos pero todos tenemos a Dios para encomendarnos a Él. Seguro que nos pone más de un destilador de amor en nuestro camino.

"1 CIERTAMENTE dado he mi corazón á todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no sabe el hombre ni el amor ni el odio por todo lo que pasa delante de él" Eclesiastés 9:1

Que tengáis un buen día Joves, Alfons (desde Bruselas)
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Alfonso