Miedo:
Y perderé mi trabajo.
Y perderé mi casa.
Y perderé mi coche.
Y perderé mi ordenador.
Y perderé mi televisión.
Y perderé mis amigos.
Y perderé….
Si todo lo perdemos ¿qué nos quedará?
Nos quedarán dos cosas vitales y por este orden: Dios y nuestra fe.
Para perder hay que poseer y todo lo que es material no nos pertenece ya que cuando muramos no nos lo llevaremos con nosotros.
El día de nuestro último viaje solo poseeremos, y únicamente aquellos para quién esté escrito, a Dios en el corazón albergado por nuestra fe.
No dejemos que el miedo nos arrebate lo único que realmente podemos perder. No hay que tener miedo a este mundo, no es nuestro,
Sí lo es la promesa de salvación de nuestro Señor Jesús. Pensemos en ello y despojémonos de nuestros temores porque nuestro Padre es misericordioso y amoroso con sus hijos.
Él es nuestro consuelo, nuestra fuerza, nuestro poder, nuestra única esperanza. Amen!
“La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” Juan 14:27
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario