Un día, una reflexión, un versículo: Tu final de la historia

Un abuelo estaba contando un cuento a sus dos nietecitos a la orilla del bosque:

- “Érase una vez un pajarito que estaba haciendo su nido en la copa de un robusto roble. Trabajó tanto y tan bien que no necesito más de 2 soles para acabar su preciosa estancia.
Justo a tiempo para depositar 3 huevos que en poco tiempo estaban destinados a ser sus poyuelos.
El pajarito los cobijó con todo su cuerpo dándoles todo el calor que necesitaban.

Sobrevino que un halcón hambriento estaba en busca de suerte y fue atraído por aquel nido tan hermoso.

El pajarito detecto el peligro y, todo y que no veía el halcón, supo que su tesoro estaba en gran riesgo. Solo tuvo tiempo de sentir un ligero movimiento de las hojas del roble que lo avisaron a oportunamente y pudo girarse para enfrentarse al rapaz. Este, sorprendido por la brusquedad de la reacción, no supo culminar su acción y emprendió otro vuelo de aproximación para conseguir su propósito.

Se estaba preparando para el asalto final, no habría merced ni piedad. El pajarito lo sabía pero su voluntad de protección era su razón de vivir y por ella estaba dispuesto a morir.
El segundo ataque se produjo, más rápido, más determinado, más destructor
Y cuando el halcón abrió sus garras para prender al pajarito……

¿Qué diríais que paso?” pregunto el abuelo.

- “El halcón cogió el pajarito y se lo comió, abuelo contestaron sus nietos”

- “Esta historia tiene muchos finales hijitos míos, dijo el abuelo, cada cual tiene el suyo en función de sus valores, de sus creencias. El mío es que vino un rayo de luz que cegó al halcón haciendo que desistiera definitivamente. Ese mismo rayo de luz que guía nuestros pasos, el Señor”

Y tú joven ¿Cuál es tu final de la historia?

“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10

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