LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

martes, 27 de septiembre de 2016

EL PESO DEL EJEMPLO EN TRIBULACIONES

Un buen ejemplo no es aquel que destila perfección, mas sí aquel que sus imperfecciones asume y no oculta. (Anónimo)

Hay quienes sienten el peso del ejemplo por encima de la carga de sus tribulaciones: políticos, profesionales, padres, madres, e incluso pastores. Si bien sus intenciones son loables la realidad de sus hechos los alejan de los demás hasta aislarlos en un pedestal inalcanzable. ¿No es esto vanidad?

Todos, en este mundo necesitamos de la ayuda de los demás. Aparentar que somos una roca firme en medio de un mar de dudas no nos hace ser más fuertes pero sí menos sinceros y a largo plazo menos creíbles.

Detrás de estos comportamientos se esconde la excusa del deber, de no cargar a los demás con nuestros problemas, como si la credibilidad de una persona se basara en su perfección. Vanidad de vanidades.

La verdad que nos enseña Jesús es que solo aceptándonos como somos, y no como querríamos que nos vieran, podemos atrevernos a ser lo que somos frente a los demás sin miedo a dejar de ser la referencia que esperan que seamos.

A menudo confundimos nuestro cometido con un pedestal en el que no se permiten lagunas porque en realidad pretendemos que nos admiren más que nos escuchen.

El verdadero ejemplo de un líder es un modelo imperfecto buscando humildemente a Jesús, la perfección, y no un facsímil de perfección pretendiendo, con vanidad, alimentar su propia imagen.

Los pastores no son ajenos a esta tentación, es más el precio de su orgullo es más costoso porque más cerca deben de estar de Jesús y por lo tanto menos excusas pueden aducir. Un buen pastor se presenta tal como es, sin tapujos, con sus glorias y sus penas aceptándolas y precisando de los demás para su resolución. Los demás parecen tan perfectos como inalcanzables y alejados de lo que predican.

Nos podemos amagar y/o fingir en este mundo, hasta podemos engañar a nuestros más allegados sobre nuestro peso del ejemplo pero ¿y Dios? A Él ¿qué le diremos si todo lo ve y todo lo sabe?

El peso del ejemplo en tribulaciones es un reto a nuestra humildad y nuestra conciencia porque nos obliga a elegir entre quién queremos ser o quién queremos parecer.

La debilidad reconocida es la fuerza del humilde, la fuerza impoluta es el talón de Aquiles del vanidoso. Nada nuevo bajo el sol.

Aquel que pretende aducir sus buenas intenciones más que sus debilidades reales, en el peso del ejemplo en la tribulación, examínese a sí mismo y verá la verdad de Jesús, no la suya.

La soberbia del hombre le acarrea humillación, pero al humilde de espíritu lo sustenta la honra. (Proverbios 29:23)
Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:
http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000

http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/
Església Evangèlica La Gràcia de Déu
Ciutat de Balaguer, 40, Barcelona
Cada domingo a las 18 00, ¡OS ESPERAMOS!

No hay comentarios:

Publicar un comentario