MASOQUISTA

Maestro y alumno se paseaban por el jardín de la curiosidad cuando el alumno preguntó:

- Maestro ¿qué es un masoquista?

- Alguien que no ha entendido el sentido del dolor y ha hecho de él un placer sin sentido.

- ¿Quiere usted decir que el dolor es provechoso?

- Todo es útil en esta vida y nuestra disposición a aprender de aquello que nos reta nos hará ser más sabios o más necios.

- Pero maestro a los cristianos nos cualifican de masoquistas, ¿por qué?

- La vida es un cúmulo de paradojas ordenadas por los acontecimientos que nos suceden. Cómo las entendemos define nuestra capacidad de maduración tanto mental como espiritual. Aquel que entiende el dolor únicamente como sufrimiento rehúye de sabiduría y se recrea en la necedad de su condición.

- Pero el masoquismo busca fruición en el dolor, maestro, ¿no se complace el cristiano en su padecimiento?

- El masoquista extrae placer de su dolor, el creyente, fuerza. En nuestra capacidad de desafío a la lógica humana reside nuestra fe.

- Pero entonces ¿qué se le puede decir a los que nos tratan de masoquistas?

- Observa este junco en medio del rio, ¿dirías que es fuerte o débil?

- Aunque curvado por la corriente se le ve fuerte maestro.

- ¿Por qué?

- Porque ha aprendido a resistir a la fuerza de los elementos: del viento, del rio.

- ¿Cómo se hace el acero más duro y resistente de una espada?

- No lo sé maestro, ¿cómo?

- Forjándolo, es decir torturando su estructura en la llama del fuego hasta hacerla maleable, martillándola y bañándola repentinamente en agua varias veces hasta conseguir la dureza y la forma deseada.

Lo mismo pasa con nuestras vidas, si nos enfrentamos a adversidades y agradecemos su existencia nos haremos más fuertes y conscientes del precio de nuestra alma. De lo contrario si todo nos es dado sin tener que padecer para conseguirlo seremos tan frágiles como el cristal.

- Entiendo maestro, entonces ¿qué cree usted que debería contestar al calificativo de masoquista?

- Somos hijos del Dios viviente. Jesús es nuestro Señor y salvador. Es nuestro modelo y nuestro guía, nunca llegaremos a padecer lo que el sufrió para redimirnos del pecado. Los escépticos contemplan la actitud cristiana como masoquista. No saben ver más allá de sus sentidos cognitivos, se quedan en el “por qué” sin hacerse la pregunta más importante: el “para qué”.

Mi respuesta, joven, sería: ¿Masoquista? , ¿Para qué?

- Entiendo maestro, gracias.

Y continuaron su paseo hasta la llegada de la puesta de sol.

9 Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:9-10)
Que Dios os bendiga, Alfons <><

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