LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

miércoles, 24 de julio de 2019

ALEGRÍA

Demasiada alegría da poco entendimiento. (Anónimo)

Maestro y alumno se paseaban por el jardín de las curiosidades cuando el alumno preguntó:

- ¿Maestro es bueno ser alegre?

- La alegría es como el vino, en sí puede ser buena, o no, pero con toda seguridad en exceso es perjudicial.

- Yo pensaba que estar contento era bueno. No entiendo como una cosa buena puede ser nociva.

- Hay quien se alegra del infortunio de los demás, ¿crees que esa forma de contentamiento es buena?

- Hombre, dicho así suena mal.

- Tú lo has dicho joven y por desgracia esto suele pasar mucho en este mundo. Es como si la mejor forma de huir de nuestras penas sea alegrándonos de las de los demás. ¿Quién no se ha reído cuando ha visto alguien comerse una farola por descuido? Todos.

- Sí maestro pero es que eso es gracioso.

- Lo es para aquel que lo observa pero no para quien lo sufre, aparte del daño físico, el ridículo que padece también le es doloso.

- Vaya, no pensaba que era para tanto, Maestro.

- Y no lo es, no deja de ser una anécdota que nos permite expresar nuestra crueldad benigna de buen grado. Pero también es una expresión innata de la condición humana que nos afecta a todos.

- Pero la alegría no sería más una forma de ser. ¿No se dice de un hombre que siempre está contento que es alegre?

- Sí, pero también se dice lo mismo de aquel que es irresponsable o ligero de comportamiento.

- ¿Entonces la alegría no es un sentimiento bueno, Maestro?

- Como el vino según su cepa será amargo o agradecido al gusto, siempre y cuando lo bebamos con moderación, también la alegría según su nacimiento será de bendición o de maldición y siempre consumiéndola con prudencia. Es cosa sería saber a quién ofrecer su alegría para que esta sea bendecida.

- Ostras, Maestro, eso es muy duro, ¿no?

- Depende como lo miras. Yo, por ejemplo diría que es muy respetuoso y considerado saber orientar nuestros sentimientos hacia las enseñanzas de Jesús. Y Él nos pide muy a menudo en la Biblia que nos alegremos pero observarás que siempre apela al corazón para ello, no a la mente. Porque solo el corazón puede expresar amor ágape cuando es entregado al Señor.

- ¿Entonces debemos controlar nuestras alegrías, Maestro?

- El hombre es incapaz de controlar sus sentimientos, los padece o los orienta pero su condición siempre domina su mente.

- ¿Quiere eso decir que estamos condenados a tropezar siempre en esta piedra?

- Bueno es propio del hombre hacerlo pero también de intentar evitarlo y para eso Jesús nos ha dejado el Espíritu Santo en nosotros. Para que todo y que reincidamos nos percatemos de ello y vallamos mejorando en la senda de la santificación. Es la lucha constante que tenemos entre nuestra mente y nuestro corazón. Pero alegrase joven también es muy bueno ¿sabes?

- Usted dirá, Maestro, porque después de lo que acaba de decirme no veo muchas posibilidades para ello.

- Hay que saber escoger el vino para disfrutar de él, lo mismo pasa con la alegría, hay que saber alegrarse con toda nuestra alma de aquello que está bendecido por Dios.

- ¿Como qué?

- El bien genuino de los demás, las bendiciones de Dios, la providencia con la que nos cuida. Y si me apuras también las pruebas con las que nos moldea. Alegrarse del bien de Dios nunca es erróneo, el bien de los hombres es mucho más sospechoso. La alegría del Señor que cae sobre nosotros nos da fuerza viva para resistir a las tinieblas de este mundo.

- Empiezo a entenderlo, Maestro, creo que sere más comedido a partir de ahora a la hora de alegrarme.

- Lo dudo, joven, yo no lo he conseguido. Pero eso sí no he cesado, ni cesaré de intentarlo….

Y continuaron su paseo y la conversación.

Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. (Salmo 43:4)
La necedad es alegría al falto de entendimiento; Mas el hombre entendido endereza sus pasos. (Proverbios 15:21)
Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. (1 Pedro 4:13)

Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:
http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000

No hay comentarios:

Publicar un comentario