LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

lunes, 15 de julio de 2019

ATEÍSMO

No hay nada más irracional que el ateísmo. Bueno sí, el hombre que lo abandera. (Anónimo)

En un mundo en el que se privilegia la lógica, el pragmatismo, los conocimientos es muy curioso ver que muchos de aquellos que se distinguen en tales aptitudes las magnifican manifestando su ateísmo. Como si negar a Dios les engrandeciera.

Pero ¿cómo unas mentes racionales pueden obviar como mínimo la posibilidad de que seamos fruto de un creador? Les es más conveniente pensar que somos frutos del azar, de la casualidad cósmica, de…

Prefieren elegir una incerteza tranquilizante a una certeza inquietante para ellos.

Cuando nos paramos a pensar en las motivaciones que animan a los hombres con cordura siempre pensamos en el sentido común, en la apertura de mente, que también de espíritu. Son el contrapunto de todos aquellos que manifiestan totalitarismo en sus convicciones. Aceptan sus límites deseosos de extenderlos. La fe no es para ellos un reto sino el camino de sobrepasar su condición finita entregándose a Dios.

No se puede rechazar una cosa por principio si nos es que lo que pretendemos es negar su finalidad.

Esto es tan verdad que los grandes avances del hombre siempre han estado motivados por el deseo de saber, de conocer, de descubrir más allá de nuestras capacidades.

El hombre ha aprendido a experimentar para aprender y la ciencia, toda ella, se fundamenta en este principio. Solo existe aquello que se puede experimentar y repetir, lo demás queda por demostrar.

Como ser finito el hombre solo es capaz de concebir leyes y reglas finitas y basar sus conocimientos en base a ellas. Bueno, cuando de ciencia se trata es, hasta cierto punto, verdad pero cuando se trata del espíritu y del alma las cosas se complican porque en estas materias no se puede experimentar científicamente. Aquí las leyes de Newton, Einstein y otros no nos sirven de nada. Los investigadores más avanzados o los laboratorios más especializados no pueden darnos respuestas porque en estas materias lo finito se mezcla con lo infinito y eso aporta confusión a cualquier mente científica, acostumbrada que está a teoremas, axiomas o leyes.

El ateísmo arranca desde un principio de postulado correcto para finalizar con una conclusión tan errónea como su incapacidad de aceptar lo inaceptable. Propio de corazones capados de fe.

Dicho de otra forma rechazar la posibilidad de que Dios exista es correcto, porque Dios no se enmarca dentro de lo finito por lo cual no existe, es. Es esencia, es infinito, es amor. Y todo eso no se puede medir.

El ateísmo no puede ser la alternativa a la fe, a aquello que no estamos capacitados para entender pero sí para aceptar. La fe no es ningún concepto científico. No se aprende, no se demuestra, es un don de Dios para capacitar los hombres en aquello que los supera confiando en nuestro Padre celestial. No exige conocimientos pero si confianza total.

El hombre es tan orgulloso que pedirle que admita que algo le supera es como decir que está incapacitado para aceptarlo. Desde el principio de los tiempos nos creemos dioses y no aceptamos que las cosas nos superen. Preferimos apelar a la suerte, el azar o los extraterrestres que a un Creador de nuestras vidas. ¿Por qué? Habría muchas respuestas a esta pregunta pero creo que la más sencilla es por nuestra condición humana. Porque no nos gusta admitir que no todo lo controlamos y de que solo somos un grano de arena en el océano de la creación.

La paradoja más absurda que conozco es la que obliga los hombres a creer que no creen.

Pero está tan extendida en este mundo que ha pasado a ser su paradigma. Pero bueno por mucho que se defiendan de ello en algo creen aunque que sea en su propia concupiscencia. Nada nuevo bajo el sol.

20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios (Romanos 1:20-22)

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. (1 Corintios 2:14)




Que Dios os bendiga, Alfons <><

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