El alivio miserable no da descanso mas sí es carga de pesadumbre.
¿Quién no ha sentido alguna vez consuelo en la venganza y desconsuelo en su fruición? Es bálsamo de brasas para el corazón chamuscado.
Salvarse del juicio de los hombres no nos salva del de nuestra consciencia y menos del de Dios.
Temer a los hombres nos acobarda, temer a Dios nos quita el miedo a los hombres y suaviza nuestro sufrimiento.
El alivio no está en evitar el dolor más sí en aceptar sus enseñanzas porque alivio miserable es, aquel que busca eludir la consecuencia de sus actos.
¿El hedonismo? de alivio miserable se sustenta.
El que busca huir de sus temores siempre es alcanzado por sus fobias, no hay consuelo digno para la cobardía.
El alivio miserable avergüenza a los que buscan sabiduría y embalsama el corazón de los necios.
Solo el alivio de nuestro Padre es digno de nuestras suplicas.
"Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Dame alivio cuando esté angustiado, apiádate de mí y escucha mi oración." Salmo 4:1
Que Dios os bendiga, Joves, Alfons
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