No limites con palabras las ideas que te salen del corazón, obra para que se hagan realidad y agradece a Dios las que se cumplan.
En el sabio las ideas son fruto de sus pensamientos, en el necio sus pensamientos son fruto de sus ideas por ello siempre se transforman en quimeras.
Más vale tener buenas ideas que dinero porque allá donde el dinero se gasta las buenas ideas enriquecen.
Las ideas son como el buen vino, agradable al paladar en pequeñas dosis y embriagadoras de mentes con exceso.
El que solo tiene ideas acaba viviendo en un mundo virtual, otros lo llaman ideal.
El que nunca tiene ideas sobrevive más que vive, hastiado por su propia respiración.
Las ideas son polifacéticas, tanto pueden ser doctrinas, imágenes, arquetipos como ocurrencias o pensamientos, pero si no nos implicamos en su materialización se quedan en meras conjeturas y mueren antes de nacer.
Un uso peligroso de las ideas son las ideologías; Doctrinas humanas donde imperan las ideas, cuando de lo que más carece el hombre es de ideas sanas.
Las ideas del sabio son ordenadas, las del necio anárquicas, nada nuevo bajo el sol.
El corazón puro se nutre de ideas buenas, y vive para cumplirlas mientras el corazón duro se nutre de ideas malas, y también vive para cumplirlas, mas la dureza no puede atrapar la pureza como una mano no puede atrapar el aire que la azota.
Cuando hemos tenido y cumplido una buena idea no nos olvidemos de agradecérselo a nuestro creador porque nada bueno sale del hombre que no sea obra de Dios, por muchas ideas que tengamos es importante tener idea de lo que somos.
"Muéstranos qué le hemos de decir; Porque nosotros no podemos ordenar las ideas a causa de las tinieblas." Job 37:19
Que Dios os bendiga, Joves, Alfons
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