LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

lunes, 4 de diciembre de 2023

ESPERAR

La paciencia alegra la espera, mientras la ansiedad la hace insoportable, aunque la tardanza sea la misma. (Anónimo)


La impaciencia es como el latir del corazón, cuando se acelera provoca taquicardia, cuando disminuye nos da serenidad y larga vida.

El camino de la sabiduría está repleto de aguardos, el de la necedad de desasosiego consumidor.

La juventud hace de la espera un obstáculo a nuestros retos. La edad nos da, a cada pasito de la vida, la oportunidad de enmendar nuestra fogosidad juvenil y transformarla en madurez.

El hombre con prisas llega siempre antes a su muerte, tanto física como espiritual.

Al que sabe esperar le son buenas nuevas todos los retos a los que se enfrenta, al que no, su impetuosidad lo destruirá.

Mientras los críos corren en el parque, los ancianos esperan en los bancos. Es ley y lección de vida.

No dejes que tus prisas te oculten las realidades de la vida. Todo llega a su tiempo si sabes dar tiempo a todo.

El que corre muy rápido se aleja con celeridad hasta de aquello que lo tendría que mantener en quietud.

Según el RAE, “la esperanza es un estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos”. Añadiría “y factible si lo acompañamos de paciencia”.

Hay quien confunde la paciencia con la laxitud, la diferencia está en el propósito que nutre la primera, del cual carece la segunda.

No pongas prisas a las pausas, pero si pausas a las prisas.

Hasta en la música hay compases de espera, están puntualizados por el silencio. Ese mismo del que carecen los impacientes.

La espera es a la paciencia lo que el agua a la vida y como el agua es vida, saber esperar es el principio de la sabiduría.

El mundo está repleto de inquietos, pero pocos son los que andan con la firmeza de su paciencia.

Dios dame la paciencia de la que carezco y alimenta mi fe cuando flaqueo. Porque solo Tú eres esperanza y salvación.

Quien sabe el fundado de su espera, jamás se desespera, confía. Quien no, sus dudas lo corroen.

Los silencios son espera sabia de la lengua. La verborrea, impaciencia de nuestra codicia oratoria.

Cuando contemplo la creación de Dios, como mares, montañas, bosques prados; todos ellos me invitan a la paz del ánimo, y dejan todos mis temores en un compás de espera saludable.

La esperanza es fruto de su raíz: la espera.




Toda palabra de Dios es limpia; Él es escudo a los que en él esperan. (Proverbios 30:5)


3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? (Eclesiates 3:1-9)




Que Dios os bendiga, Alfons <><



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