LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

jueves, 31 de marzo de 2016

LA IMPACIENCIA

La impaciencia es uno de los regalos más preciados de nuestro "amigo" Satanás
.
Puede ser como un torrente embravecido que arrastra todo lo que toca o como una gota malaya que una tras otra insiste hasta calar en nuestra consciencia.
Nadie es inmune a su buen talante. Es seductora e insidiosa de tal manera que quien no la ha negado, avergonzado por sus efectos pero preso de ellos.  

De la sabia confianza nace la esperanza, de la falta de fe se nutre la impaciencia. Por mucho que clamemos nuestra fe, esta, solo se manifiesta cuando nos entregamos por completo a Dios. Por ello es imposible para el hombre tener un camino recto hacia nuestro Padre, porque no somos capaces de tal ingenuidad, porque en nuestro ser lo humano domina lo cristiano.

No hay peor creyente que aquel que pretende serlo manifestando su impaciencia en el empeño. A veces es pecado de juventud, pero cuando persiste se transforma en tropiezo impertérrito.

Cuando te asedie la impaciencia busca el Espíritu Santo que mora en ti porque solo él puede darte la tranquilidad que borra tal inquietud.

Nunca seremos capaces de acercarnos a la paciencia de Dios para con nosotros, ahora bien si queremos ser digna de ella busquemos honrarlo con la nuestra.


Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. (Lucas 21:19)

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