LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

sábado, 12 de diciembre de 2020

DAR

Dar no es un acto de bondad si no hay bondad en el acto. (Anónimo) 


Cada vez que me cruzo con una persona que pide actúo como juez, condenando o agraciando a quién me interpela.

Más de una vez he pasado de largo considerando que, o era un profesional de pedir, o apestaba a alcohol y por lo tanto no se merecía “mi bondad”.

En algunos casos he vuelto sobre mis pasos y he reconsiderado mi juicio, he dado una(s) monedas.

Este tema de dar, y más ahora en época de pandemia, de navidades, siempre ha sido un reto para mí. Una dicotomía enfrentada entre sí, y conmigo. Porque siempre me he preguntado si hacía bien o mal en dar a tal sí y a tal otro no.

Pasé un periodo en el que decidí no dar más a nadie. “A mí no se me engaña” pensé. Pero duró poco, aunque siempre es demasiado. Reconsideré mi actitud que estaba a las antípodas de la caridad.

A partir de ese momento empecé mi cruzada inquisitoria de quién sí y quién no.

El otro día, leyendo la Biblia topé con Lucas 6:30. ¿Por qué este versículo me preguntaréis y no Mateo 5:42?

No lo sé, el milagro de la palabra obra en mí cuando Dios así lo considera, no yo. Y esta vez, como tantas otras que me ha pasado, este mismo versículo que he leído repetidamente ha cobrado sentido en mi mente. El Espíritu Santo me ha abierto la casilla del entendimiento y aquello que me era invisible en el pasado se me ha revelado como una Verdad divina.

Y es que Jesús no dice dale a quién tu consideres, no, dice “a cualquiera que te pida”, a cualquiera, es decir que no hay escapatoria interpretativa. No hay opción de ser yo quien decida.

Incide en su mandamiento desarmando cualquier excusa que podríamos objetar y lo plasma diciéndonos incluso: “y al que tome lo que es tuyo no pidas que te lo devuelva”.

Eso me recuerda que yo, como todo ser humano, soy prácticamente incapaz de amar con la pureza que exige el camino de santidad. ¿Quién no da esperando algo a cambio? ¿Quién perdona el deudor y la deuda cuando nos arrebatan lo nuestro? Dar y perdonar son actos de amor, no de trueque. La bondad está en el amor con el que actuamos con los demás y eso es lo que nos pide Jesús, que amemos a los demás como a nosotros mismos. Somos muy prestos en hacer lo segundo y olvidadizos en cumplir lo primero.

Cuando entendí Lucas me sentí retratado. Culpable de soberbia porque quién soy yo para decidir que tal persona o tal otra se merece mi caridad, que como tal no la es.

Cuando entendí Lucas me sentí avergonzado. Porque yo, que pretendo encaminar las sendas de santidad, soy incapaz de un mínimo acto de amor con aquellos que más lo necesitan o que más lo piden. Da igual cual sea su motivación, ¿Quién soy yo para juzgar?

Cuantas veces le he negado a Jesús un óbolo que después me he gastado en futilidades.

Se dice de los cristianos que hemos creado el sentido de culpa, y no sé si así es, o no. Pero lo que sí sé, y con toda seguridad, es que culpables, a cada cual su parte, pero inocentes NINGUNO en este mundo, ninguno hay.

Nuestro amor debe de ser para cualquiera y en cualquier situación. No hay excusa que no sea de mal pagador porque si Dios y Jesús nos aman sin condiciones, ¿por qué somos nosotros incapaces de obrar de la misma manera?

Nunca más podré mirar a los necesitados como aquellos que piden sino como aquellos a quien debo dar, sin acepción de persona, y con todo mi amor.

30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. (Lucas 6:30)

Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:
http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000


http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario