LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

viernes, 29 de octubre de 2021

CARTA ABIERTA

Una carta se abre, un teléfono se enciende. ¿La diferencia? Se puede abrir un teléfono, pero, por suerte, no apagar una carta. (Anónimo)


Hoy en día ya no escribimos cartas, nos whatsappeamos, messengergeamos o cualquier otro método o barbarismo que no implique papel y pluma.

Hemos perdido completamente la noción de cartearse de forma epistolar, como hacíamos el siglo pasado y anteriores.

Antes, la prosa era un esfuerzo tanto lingüístico como semántico. Algunos eran orfebres en la materia, otros éramos torpes emuladores de la tinta y el bolígrafo.

Por ello cuando vemos estos versículos de Pablo en Corintios, para muchos jóvenes de hoy, que seamos cartas, y además abiertas a los demás, suena un poco a chino, o como mucho a carca.

Hoy estamos en la inmediatez, en lo voluble, en todo aquello que se puede resumir con emoticono o abreviaciones reducidas a su extremo.

Pero para Jesús somos cartas, y nuestras vidas, el tema principal.

Una carta tiene siempre un propósito, nuestras vidas, también. Cuando las leíamos tomábamos conocimiento de lo escrito y nos enriquecíamos, lo mismo pasa cuando nos relacionamos con los demás, aprenden a leernos y si somos de bendición, también enriquecemos sus vidas.

Una carta era un elemento valioso y fundamental en épocas pretéritas, como lo somos nosotros para Jesús hoy y siempre. Tanto es así que la tinta que utiliza es el Espíritu Santo. Y el papel, nuestro corazón.

Si somos conscientes de ello sabemos que somos portadores de un mensaje que Él nos ha encomendado: la esperanza de la salvación.

Jesús nos envía al mundo para que seamos cartas abiertas del testimonio fiel de su amor. Para que seamos sal y luz en este mundo de tinieblas.

Yo todavía tengo cartas de mi hija escritas hace lustros, para mi cumpleaños. Las guardo como oro en paño porque son el testigo de su candidez y de su amor genuino hacia su padre. Como tenemos que serlo nosotros hacia nuestro Padre celestial: inocentes, cándidos, nobles, humildes.

Los creyentes no somos como los emails de hoy, onomatopeyas una tras la otra como un tren de letras sin sentido.

Somos una historia única, cada uno de nosotros. Tenemos la poesía y el alma del que nos ha escrito, Jesús. ¡El mensaje que vehiculamos es esencial para el mundo y aunque no tengamos muchos lectores, nuestro cometido es testificar cuanto más, porque cada día es un nuevo día de salvación!!!

Mirar la importancia que tienen las cartas, que hasta se envían en una botella en medio del mar para testificar o alertar. Todos los cristianos somos esas cartas, y el océano del mundo nos tambalea de un continente a otro, para que seamos de bendición a todos aquellos que buscan la salvación, pero también de testimonio para aquellos que viendo la botella decidan no leer su contenido.

Expongamos nuestros corazones a los demás para poder ser cartas abiertas de esperanza al mundo.

2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. (2 Corintios 3:2-3)


Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:

http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000

http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo

http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/

http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario