LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

jueves, 17 de marzo de 2022

LUZ

Una sola luz puede romper las tinieblas, por suerte para nosotros lo inverso es imposible. (Anónimo)


En un mundo que cada vez más se entenebrece, buscamos todos desesperadamente aquella luz que nos alegre el ánimo y nos de esperanza.

Es difícil encontrar destellos de luz entre tanta maldad humana, pero si miramos con ojos sensibles siempre acabamos encontrando un remanso de paz en aguas turbulentas. Una sonrisa, una mirada compasiva, una mano tendida, una escucha atenta, un rincón acogedor, todo esto y más son como destellos que rompen la oscuridad que nos engulle tanto moralmente como físicamente.

Se dice que la esperanza es lo último que se pierde, pero para un cristiano, la esperanza es un baluarte inexpugnable, ofrecida por el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz.

Oigo mucho, estos días, decirme, con sorna, que nosotros, los cristianos, somos afortunados porque por lo menos tenemos en quién y en qué creer. Y no solo es verdad, sino que además todo aquel que así lo desee también puede buscar a Jesús y cobijarse en su amor protector.

También les contesto a aquellos que así me hablan que ser cristiano no es una suerte, es una elección que cada cual puede, o no, ejercitar. El hombre es tan receloso de su libre albedrío que cuando lo puede ejercer intenta obviarlo por temor a sus consecuencias. Lo que no es consciente aquel irresoluto, es que no decidirse es, en sí, una decisión con la que tendrá que acarrear toda su vida.

Ahora es momento de oración más que nunca porque lo que los insensatos de este mundo han propiciado solo Dios puede darle respuesta. Nuestro gran desasosiego es saber entender, y aceptar, que aquello que pedimos no siempre es aquello que necesitamos. Lo finito de nuestra mente siempre se topa con la eternidad de Dios. Solo con fe mediante la oración, con paciencia y con confianza absoluta en nuestro Creador, podemos vivir estos tiempos revueltos.

Pero no solo es tiempo de oración, porque la fe sin obras es muerta. También estamos llamados a ser luz en este mundo. No somos de este mundo, pero vivimos en él. Ayudar a los demás, ya sean refugiados o nuestros vecinos, o aquellas personas que cruzamos en la calle y que buscan un alma caritativa.

En momentos como los que estamos viviendo debemos ser, todavía más, esa flama que alumbra el entorno para que los demás puedan orientarse. Ese ejemplo que hace que los necesitados recuperen su confianza en los demás. Esa luz que despierta los corazones.

Ser cristiano no es una suerte y menos una casualidad. Ser cristiano es una causalidad para poder llevar la Palabra a todos y todas, por cómo nos comportamos, por el amor que damos a cambio de NADA, por todos esos pequeños detalles que hacen que seamos diferentes de la secularidad cotidiana que nos ahoga.

¡¡¡Somos, y debemos ser como todos esos farolillos voladores que cuando los lanzan al viento iluminan el cielo!!! Luz en las tinieblas. Amen.

1En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.


3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

Que Dios os bendiga, Alfons <><

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