LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

domingo, 26 de junio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: el ejemplo

Como cristianos somos llamados a ser ejemplo en el mundo pero también en nuestra comunidad. La diferencia entre un buen y un mal ejemplo puede ser clara y tajante pero también suele ser ambigua y turbia.

¿Por qué?

Porque nuestros comportamientos son, a menudo, ambiguos y turbios. Somos pecadores y por ello ser ejemplo es un reto difícil.

El buen ejemplo glorifica lo bueno y humilla lo malo.
El buen ejemplo no juzga más testifica para bien de todos.
El buen ejemplo enriquece y estimula

El mal ejemplo humilla lo bueno y glorifica lo malo
El mal ejemplo juzga para mal menospreciando lo bueno
El mal ejemplo empobrece y desanima

Todo cristiano busca dar buen ejemplo como testimonio de su fe.

Un buen ejemplo que ahuyenta a tus hermanos nunca será un buen ejemplo, no caigas en la tentación de pensar que tus hermanos están equivocados, puede ser o no, más nunca juzgues sus razones porque las tuyas también lo serán.
Un buen ejemplo que te aleja de tus hermanos nunca será un buen ejemplo,

Un buen ejemplo es ante todo humilde y rehúye la notoriedad. Vanagloriarse de ser un buen ejemplo es un acto de orgullo que destruye lo que clama.

Un buen ejemplo acerca a los perdidos al camino del Señor

Jesús es el buen ejemplo perfecto, no dejemos de aprender de Él para que, un día, también nosotros seamos un buen ejemplo para los demás.

“Pues conozco vuestro pronto ánimo, del cual me glorío yo entre los de Macedonia, que Acaya está apercibida desde el año pasado; y vuestro ejemplo ha estimulado a muchos” 2 Corintios 9:2.

Si os sirve de muestra, muy a menudo, yo me siento un mal ejemplo y le pido perdón al Señor por ello. Oro sin cesar para que me ayude a mejorar mi conducta con vosotros, con mi familia, con mis hermanos en la fe, con los demás porque sé que mi camino para el buen ejemplo es largo y difícil.

Que el Señor nos ayude. Amen

No hay comentarios:

Publicar un comentario