PROFANAR

El hombre profana lo que Dios santifica.
Desgraciados somos y solo por su Gracia seremos salvos, es cuestión de fe,
no de lógica y menos de inteligencia.
El respeto dignifica quien lo practica, la
profanación lo condena a su propia condición.
Se dice que no hay mal que por bien no venga pero
profanar es un mal sin redención porque menosprecia las creencias de los
demás y, en definitiva, la propia.
Está de moda profanar porque nos hace sentirnos como
dioses con la fuerza del desprecio, mas ¿qué dios se vale de la burla y la
mofa? Un dios de tamaño y limites humanos.
El que profana creencias ajenas no cree en las suyas
porque no hay vida espiritual en la insolencia.
No solo profana el incrédulo, también aquel que se
dice creyente y, desdeñando a los demás, se repudia a sí mismo.
La obediencia, la humildad, la mansedumbre son
atuendos de respeto y santificación que nos protegen de la tendencia innata
que tenemos a profanar lo sagrado.
Profanar la memoria de nuestros antepasados es
traicionar la enseñanza que nos legaron y condenarnos a repetir los mismos
errores una y otra vez. Moisés, David, Pablo, … todos ellos nos dejaron
legado para fruición y enseñanza, no para disgusto de nuestro corazón.
“Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre
de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios
ofrecen; por tanto, serán santos.” Levítico 21:6
Que Dios os bendiga, Joves, Alfons <><
http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo

http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/
Església Evangèlica La Gràcia de Déu
Ciutat de Balaguer, 40, Barcelona
Cada domingo a las 18 00, ¡OS ESPERAMOS!