Nada más real que aquello que no se puede alcanzar porque nada más
alcanzable que aquello que uno cree no poder realizar. El poder de la
imaginación hace de la utopía el motor de la vida de aquellos que quieren
que las cosas cambien.
Las utopías despiertan la imaginación, el conformismo la adormece.
Las utopías no son quimeras porque se nutren de la inocencia que albergamos
en nuestro corazón.
Las utopías ilusionan mas no son ilusas para aquel que tiene ideales.
No por no ser alcanzables hoy, las utopías dejan de ser posibles para el día
de mañana, ¿quieres llegar tarde?
Una juventud sin utopías es una juventud amorfa, preludio de una sociedad
pragmáticamente displicente, nuestra sociedad.
Las utopías se alimentan de nuestras certezas para que el día de mañana sea
mejor que el día de ayer.
Las utopías de hoy pueden ser las verdades de mañana, si crees que esto es
posible serás parte de esta realidad.
Jesús es la única verdad en la que se sustentan todas las utopías de los
hombres santos que se cumplirán.
"Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si
tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí
allá, y se pasará; y nada os será imposible." Mateo 17:20
Que Dios os bendiga, Joves, Alfons
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