Cuanto más tienes más quieres y menos amas.
El anhelo es un sentimiento tan noble cuando se nutre de amor que no lo podemos manchar alimentándolo con nuestra codicia.
El amor a lo ajeno nos enajena.
La codicia no sacia porque con vació nada se llena.
Cuando erramos nuestros deseos acertamos nuestros errores.
Quiero, quiero, quiero, tanto quiero que me olvido de lo que quiero .... ¿será porque no me quiero?
Más vale depositar tu confianza en el Señor que tu dinero en el banco. Mientras Jesús se sacrificó por nosotros, nosotros nos sacrificamos por el dinero.
"El que ama el dinero, no se hartará de dinero; y el que ama el mucho tener no sacará fruto. También esto es vanidad Eclesiastés 5:10"
Que Dios os bendiga, joves.
Alfons
http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario