INVISIBLE

Visible es la lluvia que sacia los prados e
invisible el aire que alimenta nuestros pulmones mas ambos son
imprescindibles a la vida, a nuestra vida, tanto lo que vemos como lo que
no.

No hay nada invisible en este mundo mas sí a cada
cosa su tiempo y a cada tiempo su cosa porque Dios quiere que crezcamos en
discernimiento, no en vanidad.

Cuando lo visible rehúye nuestra presencia es porque
no estamos preparados para verlo ya sea por inmadurez o por orgullo.

La paciencia hace lo invisible visible como el amor
hace lo imposible posible, a menudo no son las barreras ajenas las que nos
impiden ver o hacer lo que pretendemos mas sí las paredes de nuestra propia
condición.

Si tu vista es borrosa busca las lentes que harán
que el contorno se defina de por sí, se llaman amor, paciencia, humildad y
abnegación. Con ellas veras todo aquello que debas ver y aceptaras sin
reparo que te rodee lo invisible para bien.

Nuestros buenos propósitos desparraman semillas de
fruto seguro, mas no siempre las veremos crecer y madurar, no sea que el
sembrador se transforme en segador impropio y malbarate toda su labor.

Lo invisible es un misterio para los incrédulos y
una revelación para los creyentes, marca la diferencia entre creer y
engreír.

Ser conscientes de lo invisible nos hace ver
nuestros límites de discernimiento a partir de los cuales solo por fe
podremos continuar viendo a ciegas.

Solo lo perfecto ve lo perfecto, mas lo imperfecto
por fe lo siente.

Es privilegio del Infinito hacer que lo visible sea
efímero y lo invisible eterno, mas no es necesario ver para sentir ni tocar
para creer, solo amar como Jesús nos enseñó y seguir todas sus enseñanzas.
“16 Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario,
aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día
tras día. 17 Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos
producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. 18
Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se
ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.2 Corintios 4:16-18


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