LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

jueves, 26 de mayo de 2022

DECEPCION

Debemos aceptar la desilusión finita, pero nunca perder la esperanza infinita. (Martin Luther King)

Poner esperanzas en algo, alguien, es exponerse a una posible decepción. Pero contrariamente a lo que podríamos pensar, cuando esto sucede, en la mayoría de los casos, el causante somos nosotros mismos.

¿Cuántas veces le hemos fallado a Dios? Más de lo que a uno le gustaría recordar.

¿Lo hemos decepcionado? O dicho de otra forma ¿es la decepción un criterio divino? Es interesante observar que si buscamos en Google: “Dios decepcionado” la gran mayoría de las respuestas que se encuentran, se refieren a lo contrario, el hombre decepcionado con Dios.

Dios no conoce la decepción porque, Él, todo lo sabe sobre nosotros. Nos conoció antes de que fuéramos concebidos.

Dios es omnisciente, los hombres somos omnívoros.

La decepción es un sentimiento temporal, ajeno a la infinidad de Dios.

Martin Luther King lo expresó con una frase preciosa que nos recuerda que solo Dios es capaz de ser fiel y merecedor de nuestras esperanzas.

Cuando me siento decepcionado por alguien pienso:

·         ¿cuántas veces le habré hecho yo lo mismo a Dios?

·         ¿Debo estar resentido con aquel o aquella que me falló, cuando Dios, por su Gracia me perdona y ama tal como soy?

Es muy difícil actuar como Jesús actuaba con nosotros, enseñándonos el camino a seguir para ser hijos de Dios. Cuanto más, cuando a veces nos enfrentamos a actitudes reiterativas que minan nuestra voluntad de obedecerle.

A menudo me pregunto ¿qué haría Jesús frente al despecho constante? Porque perdonar una y otra, y otra, y otra vez, sin que los comportamientos cambien. Eso nos lleva al desanimo. Lo único que nos queda es orar por aquel/la causante de nuestro dolor. Jesús nos pide amar a nuestros enemigos, yo diría que esto incluye también a aquellos que nos decepcionan, si bien esto es todavía más difícil porque tenemos que vencer además ese sentimiento amargo de traición o de abandono que nutre nuestro corazón en esos casos.

He aprendido una cosa muy importante que Dios me ha enseñado a golpes de ejemplos dolorosos en mi vida:

Cuando no ves la solución es porque no la tienes ¿Y por qué no la tienes? Pues porque la tiene Dios. En consecuencia, deja a Dios lo que es de Dios, y sé paciente a la espera de que Él te responda, y te guie. Abandonar tu ego y entregarte al YO SOY es prueba de sabiduría, y de alivio diría yo.

Debemos pensar que muy a menudo nuestras decepciones no son otra cosa que la voluntad de Dios que nos paremos y tengamos la paciencia de escuchar su respuesta. No la que queremos, sino la que Él tiene para nosotros.

La reiteración del camino equivocado siempre genera decepción hasta que nos percatamos que no es el correcto. Es obra de Dios hacernos conscientes de nuestros yerros a través de nuestras pruebas. El peor de ellos es aquel que nos hace pensar que las cosas dependen de nosotros cuando en realidad, en la melodía de la vida, solo somos un instrumento.

La decepción humana no pesa nada frente a la esperanza divina, nada nuevo bajo el sol.

Salmo 139 DIOS todo lo sabe
33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. (Lucas 6:33-34)

Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:

http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000

http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo

http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/

http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario