NORMAS O DEBER

- Maestro ¿qué diferencia hay entre las normas y el deber porque no
dejan, ambas, de ser obligaciones de debido cumplimiento, no?
- Una norma puede ser un deber mas si un deber pasa a ser una norma se
transforma en obligación y pierde su esencia.
- No lo entiendo, Maestro
- Había dos hermanos que trabajaban en la construcción y al finalizar
su labor ambos hacían horas extras en un colegio del vecindario. El más
joven era voluntario mientras el mayor era empleado de seguridad.
Un día hubo un incendio, sacaron con
urgencia a todos los niños y tanto el uno como el otro participaron
activamente en las tareas de evacuación. Entonces, cuando ya se pensaba que
nadie quedaba atrapado y que el fuego era amo y señor del edificio, se
oyeron los gritos de un niño pidiendo ayuda desde el interior. Los dos
hermanos los percibieron y se miraron. El mayor adivinando las intenciones
de su hermano le gritó: “Ni se te ocurra, las flamas son demasiado intensas
y las normas nos impiden arriesgarnos inútilmente”. No había acabado esa
frase que el más joven ya estaba dentro del edificio. Pasaron minutos
interminables y nadie salía de ese infierno. El mayor, angustiado por la
incertidumbre, dejo de pensar en lo que le imponían las reglas y se adentró
también en el edificio para buscar a su hermano. Encontró cerca de la salida
a los chicos agotados y medio asfixiados por tanto humo pero gracias a su
iniciativa consiguió sacarlos del incendio y los tres se salvaron. Ese día
el mayor entendió el propósito de su hermano, quien había arriesgado su vida
por un desconocido cuando él solo lo hizo por su sangre. Entendió que cuando
se deja amordazar nuestro corazón por las normas no puede expresar su amor y
tuvo que ser el amor por su hermano quien rompiera las cadenas del
cumplimiento de las normas. Ahora sabía que lo que su hermano había hecho
por ese niño es lo que él también debía haber hecho, no por cumplimiento mas
si por amor. Entendió que si no sale de uno mismo, nadie ni nada, y menos
unas normas, pueden enseñarte a amar. Entendió que el deber es obligarse a
sí mismo para que los demás no tengan que hacerlo y eso solo se consigue con
el corazón.
- Entiendo maestro pero también necesitamos normas ¿no?
- Claro joven, son la base de nuestra sociedad. Sin ellas todo sería
un caos
- Y pues ¿por qué?
- Porque las normas intentan suplir todo aquello que no somos capaces
de hacer por deber y es tanto que acaban siendo obligaciones imperitas. Así
va el mundo…. Así nos va…
La cara de perplejidad del alumno fue respondida por
una gran carcajada del maestro y por la siguiente puntualización:
- Joven, no busques sentido donde los hombres nos empeñamos al
sinsentido, actúa con sentido del deber y veras como cumples las normas,
nunca hagas lo contario, no funciona.
Ambos compartieron una gran sonrisa y continuaron su
paseo.

“Cuando a Dios haces promesa, no tardes en
cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que
prometes.” Eclesiastés 5:4

Que Dios os bendiga, Joves, Alfons <><

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