El aburrimiento es el cansancio de las ilusiones consumidoras. No dejes que
tu ímpetu agote tu voluntad porque acabarás sin rumbo ni dirección.
El cansancio es el premio del esfuerzo recompensado, la desesperación, del
esfuerzo castigado. Aprende a discernir tus obras y te encantará tu
cansancio.
No hay mayor advertencia que el cansancio para reponer fuerzas, el que lo
ignora se expone a morir en el intento y el camino de la sabiduría está
lleno de cadáveres vanidosos.
El ruido cansa, el silencio descansa y el hombre no se amansa.
El que piensa que no hay nada mejor que un buen descanso es porque no ha
gozado todavía de un buen cansancio porque sentir que nuestro esfuerzo ha
sido útil es más agradecido que recuperarse de él.
El que busca fuerzas en sí mismo para combatir el cansancio de su camino
hacia la salvación acabará agotado, el que las busca en Jesús llegará a su
destino.
"No nos cansemos, pues, de hacer bien; que a su tiempo segaremos, si no
hubiéremos desmayado." Gálatas 6:9
Que Dios os bendiga, Alfons <><
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