Un día, una reflexión, un versículo:
La familia es el árbol de vida en el que hemos nacido. No hay uno igual pero todos se nutren de la tierra y crecen hacia el cielo.
La tormenta desarraiga los más inflexibles y la lluvia refresca los buenos y pudre los malos. Del árbol caen frutos que, tal el hijo prodigo, se van a otros destinos en busca de nueva tierra de crecimiento. Pueden vivir dos días o dos siglos pero siempre están.
Su importancia se revela con su ausencia; sin arboles hay desolación, desertificación. Con ellos hay sombra, aire, lluvia, vida. Crees que puedes prescindir de ellos pero siempre están en tu vida; cuando paseas, cuando respiras.
La familia es este árbol, el que de tanto verlo nos olvidamos lo importante que es. Cuida tu familia, cuida tu árbol. Amen!
"Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará." Salmos 1:3
Alfons
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