Un día, una reflexión, un versículo:
Sin paz no hay descanso y sin descanso no tenemos paz.
Existe una llave para entrar en este circulo virtuoso: la oración.
No somos suficientemente consciente del poder de la oración, es como el oxigeno en el aire, no lo vemos pero su falta nos ahoga y su abundancia nos da vida.
Orar y respirar deben ser dos actos reflejos de nuestro ser, no dejes que el mundo te asfixie. Entra en el mundo de paz de nuestro Señor.
"Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado." Isaías 26:3
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