Un día, una reflexión, un versículo

Un día, una reflexión, un versículo:

La alegría es el dulce bálsamo de los corazones entristecidos. Haz que more en ti y serás servidor del bien en momentos de tristeza.
La amargura es el suave veneno de los corazones heridos. Haz que no tenga cabida en ti y serás medicina en momentos de dolor.

Tenemos en nosotros todo el poder que necesitamos para bien de los demás, depende de nuestra capacidad de darles aquello que más necesitan en el momento adecuado. Dios, cumpliendo su promesa, así lo hace con nosotros día tras día.

“Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal;
Pero alegría en el de los que piensan el bien.” Proverbios 12:20