Un día, una reflexión, un versículo:
El que yerra en su camino y no se para acaba cayendo en el precipicio de sus vanidades.
Todos erramos y nuestros errores son a menudo fruto de dolor, solo depende de nosotros que estos traspiés se transformen en momentos de bendición. Porque el camino de santidad está lleno de aflicción y contrición, solo con humildad y el apoyo del Espíritu Santo podemos y debemos auto examinarnos para perdón de nuestros pecados.
Perdonemos tanto como pecamos y pidamos perdón tanto como perdonamos.
Yo el primero pido y os pido perdón.
“No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados.” Lucas 6:37 Que tengáis un buen día Joves, Alfons
No hay comentarios:
Publicar un comentario