Un día, una reflexión, un versículo:
Un día un maestro le dijo al alumno más brillante de la clase: “no brillas por tu luz sino por la que los demás ven en ti.”
El alumno le preguntó al maestro: “¿maestro cuando podré enseñar como tu? he aprendido todo lo que me has enseñado y estoy preparado.”
El maestro le contesto: “el día que dejes de hacerte esta pregunta.
No eres tu quien debes decidir si estas preparado o no, es el Padre a través de tus maestros. No busques apresuradamente lo que la paciencia te dará en su debido momento.”
“Pero el fruto del Espíritu[a] es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Gálatas 5:22-23
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