LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

viernes, 1 de julio de 2011

Un día, una reflexión, un versículo: el nido

El maestro dijo:
“Como el polluelo emprende su primer vuelo tú, joven, también lo harás en esta vida. Más cuida tu partida porque de ella depende tu futuro.

Es cierto que todo aquel atrevido que se lanza con ímpetu y gran fuerza goza de la intensidad aturdidora de sus actos primerizos pero por ellos mismos se arriesga a estrellarse en el primer obstáculo firme que encuentre.
Es cierto que aquel que emprende con timidez el primer vuelo se expone a un descenso paulatino pero irremediable hacia el abismo de sus temores.
Más también es cierto que aquellos que con sosiego saben marcar los tiempos de su partida, aúnan todos los elementos de una vida salva, firme y recta.

Atrevidos y tímidos son como el fuego de una bengala, de corta o larga duración, impredecible pero abocada a caer en cenizas cuando se consuma.
Más los sosegados son como la firmeza de una vela; discreta pero presente, constante, que cede al viento para no apagarse y que se consume aportando la calidez de su luz a aquellos que la rodean.

Está escrito joven, el nido te ha dado todo aquello que con el paso de los años tú también deberás ofrecer a los demás: amor, respeto, humildad, mansuetud, ……

Un día, si Dios quiere, volverás al nido aquel desde el cual tus polluelos emprenderán su primer vuelo. Es ley de vida, así lo quiere nuestro Señor.”

“Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.” Salmo 84:3

No hay comentarios:

Publicar un comentario