¿Qué diferencia hay entre oír y escuchar? La misma que entre ver y mirar.
La intención que pones en escuchar y mirar no existe en oír y ver.
La atención que pones en escuchar y mirar no existe en oír y ver.
Estas pequeñas diferencias llenan nuestra existencia momento tras momento. Son grandes elecciones que estamos llamados a tomar constantemente y que marcan la senda de nuestra vida.
¿Oí a mis padres o los escuché?
¿Vi a mis hermanos o los miré?
Más no hay elección ante Dios porque el que oye y ve pasará de largo la puerta de la vida eterna. Solo aquel que escucha y mira la gloria del Señor tendrá recompensa celestial.
Nuestro reto está en la capacidad de entender lo que debemos elegir día tras día.
“9 Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; é hizo escuchar, é hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Eclesiastés 12:9
12 Después torné yo á mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; (porque ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?) Eclesiastés 2:12”
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