¿Por qué te perdí antes de encontrarte?
¿Por qué te negué antes de aceptarte?
Será porque puse maneras antes que arte
Será porque quise ser yo, mi propio baluarte
Sin ti en este mundo sobrevivo en penas y dolor
Sin ti arrastro mi cometido sin gloria ni honor
Será porque siendo diminuto quise ser gigante
Será porque mi vanidad me hizo intolerante
Inocencia, inocencia
Me fuiste arrebatada
Por mi orgullo y concupiscencia
Me abandonaste en la estacada
De pequeños jugamos a ser adultos y de mayores actuamos como niños. Queremos ser dueños de nuestro destino y solo somos
rehenes de nuestros pecados.
El hombre quiso y quiere saber más y más y para ello desde el principio de los tiempos sacrificó su inocencia en pos de respuestas. Esfuerzo inútil, total ahora solo sabe que no sabe nada.
La inocencia te libera de tus temores porque con ella no ves el mal. Que
dulce sería vivir en confianza y seguridad bajo las alas protectoras de nuestro Señor Jesucristo. Sin necesidad de saber pero con la seguridad de gozar.
"4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios
que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el
cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales." Génesis 3:4-7
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