LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

viernes, 14 de septiembre de 2012

Un día, una reflexión, un versículo: CONTRASTE: EL BIEN DEL MAL Y EL MAL DEL BIEN

La tradición popular dice: no hay bien que por mal no venga. Así es el hombre que precisa del mal para encontrar el bien.

Aristóteles y Rousseau dijeron: el hombre es bueno por naturaleza. Así es el hombre que por muy ilustre que sea poco ilustrado es.

También se podría resumir en una palabra: contraste.

¿Cómo se ve una joya blanca en un fondo blanco? No se distingue.

¿Cómo se oye el rugido de un león frente a una cascada rugiente? No se distingue.

¿Cómo se siente la suavidad del rocío en medio de los espinos. No se distingue.

Hay más por aprender del mal que te han hecho que del bien que hiciste aunque solo sea porque más mal te han hecho que tú bien hiciste.

¿Por qué necesita el hombre los contrastes para distinguir?

La respuesta está en la Biblia, clara e inequívoca, en Génesis 3, el hombre decidió ser igual a Dios y lo único que consiguió es perder la inocencia, ese don que no precisa de contrastes porque confía totalmente en su creador.

En el reino de los cielos seremos capaces de distinguir una joya blanca en un fondo blanco, el rugido de un león frente a una cascada rugiente y la suavidad del rocío sin maleza. Porque cuando Jesús vuelva y separe la cizaña del trigo volveremos a nuestro estado original.

Parábola del trigo y la cizaña

"24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras dormían
los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero." Mateo 13:24-30

http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo

http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario