¿QUIÉN HA VISTO MIS FANTASMAS?

Nuestras pesadillas están plagadas de fantasmas etéreos, tan inalcanzables
como presentes, tan incomprensibles como latentes.

Buscamos huir de nuestras fobias alejando los fantasmas de nuestro pasado en
los lugares más recónditos de nuestra mente pero siempre vuelven a merodear
en el lindar de nuestra imaginación como si todo aquello que pretendemos
obviar cobrase más vida en cada intento.

No podemos escapar de aquello que no nos tiene atrapado mas sí podemos
encarcelarnos en aquello que creemos nos puede atrapar; los temores de
nuestra mente, creyéndonos rehenes de fantasmas sin piedad.

El ser humano carga con sus culpas mas no con aquellas de las que se siente
responsable y deudor sino con aquellas que obvia y aparca en su
subconsciente miedoso de sus consecuencias.

Los fantasmas de nuestra consciencia son sibilinos y traidores, nos hacen
creer que todo sigue igual para, paso a paso, mimbar nuestra voluntad de
redención.

Nuestra sociedad tiene cierto sentido del humor pues nos nutre de vampiros,
zombis y otros muertos vivientes recreando mundos ficticios que nos
divierten pero que en realidad están reflejando lo que somos, haciéndonos
creer que es vivencia ajena.

Si solo temes a Dios no habrá miedo que te amedrente.

Los miedos solo se vencen con valor y el valor solo se encuentra en los
valores y las enseñanzas que han y siguen puliendo nuestra vida. Nosotros
elegimos la solución pero solo podremos aumentar la inmunidad a nuestros
fantasmas con el antídoto universal: la Palabra. En ella encontramos, paz,
sosiego, enseñanza y sobre todo a Jesús quién, siempre a nuestro lado,
guiará los pasos de nuestra vida sin temor al mundo.

Si te acechan tus fantasmas pídele ayuda en oración a nuestro Señor y busca
sosiego en la Palabra, no hay mal que se le resista.

Si no encuentras descanso en Jesús, los fantasmas de tu pasado cobrarán
vida.

¿Quién ha visto mis fantasmas?

"7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de
toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. 8
Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios
para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las
palabras de Ezequías rey de Judá." 2 Crónicas 32:7-8

Que Dios os bendiga, Joves, Alfons <><

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