LA CREACIÓN

LA CREACIÓN
DIOS CREA, EL HOMBRE TRANSFORMA

lunes, 29 de mayo de 2017

EL CONDUCTOR

El buen conductor no es aquel que sabe lo que tiene que hacer, sino aquel que es conocedor de lo que tiene que evitar. (Anónimo)



El código de circulación es lo primero que debemos aprender para estar capacitados para conducir. La Biblia es lo primero que deberíamos leer para estar preparados a los exámenes de la vida.

No por mirar la extremidad de nuestro coche evitaremos chocar con el de delante. Cuando solo nos amamos a nosotros mismos acabamos siempre topándonos con nuestro ego.

El que mira al horizonte, conduciendo, pretende anticiparse a los obstáculos pero no todos se anuncian con antelación, también algunos se interponen repentinamente y esos no los puede prevenir. Por mucho que preveamos nuestro futuro este siempre tiene la capacidad de sorprendernos y de tanto estar preparados para unas cosas que esperamos acontezcan nos olvidamos de aquello que realmente nos sucede.

El que mira demasiado por el retrovisor acaba estrellándose en el arcén. Si nos dedicamos constantemente a recordar nuestro pasado nos arriesgamos a destrozar nuestro presente.

La velocidad es embriagadora pero su exceso es mortífero. Nuestro ímpetu nos expone a la soberbia y es tan fácil caer en sus garras.

La lentitud en la autopista es un peligro, la moderación en la ciudad es un seguro. Hay que saber escoger cuando hay que ser tolerante porque si bien es una virtud, en según qué contexto, también puede ser un defecto.

Los controles de carretera no son pruebas que podemos anticipar para evitarlas sino exámenes que debemos pasar sin estar preparados para ello. Nadie está preparado para las grandes pruebas de la vida pero todos pasamos por ellas. Pueden ser lección y enriquecimiento o castigo y empobrecimiento, eso solo depende de en quién depositamos nuestra fe.

Hay mucha correlación entre conducir un vehículo y conducir nuestra vida pero la gran diferencia es que para el vehículo es necesario el permiso de conducir mientras que para vivir no. Eso creemos porque si nos fijamos la vida es un examen permanente que se parece mucho al de conducir pero que contrariamente a él tenemos que revalidarlo constantemente a lo largo de toda nuestra vida.

Por desgracia para el hombre, le es más fácil conducir que conducirse bien.

El buen conductor siempre es un buen guía y quién mejor que Jesucristo.

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu santo monte y a tus moradas. (Salmos 43:3)

Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.» (Apocalipsis 7:17)

Que Dios os bendiga, Alfons <><

Primera edición del libro electrónico con 1 año de reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en Amazon:

http://www.amazon.com/dp/B00D7IM000
http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/

Església Evangèlica La Gràcia de Déu
Ciutat de Balaguer, 40, Barcelona
Cada domingo a las 18 00, ¡OS ESPERAMOS!

No hay comentarios:

Publicar un comentario