LOS ALMENDROS EN FLOR

El frío, la lluvia, los árboles despojados, son señales del invierno. Un
corazón helado, una lluvia de lágrimas y vidas despojadas de esperanza son
también señales del invierno de un mundo sin expectativas.

Cuando pensamos que no hay solución es cuando más cerca estamos de
encontrarla porque solo aquel que ve lo que no tiene puede descubrir lo que
necesita.

La esperanza que albergan en su corazón los hijos de Dios es aquella que les
permite ver los almendros en flor, la primera señal de que el invierno de su
vida se acaba.

Por desgracia, nuestras calles están llenas de vidas estancadas en el frio y
oscuridad de un mundo sin ilusión.

De vidas que de tanto decir que no creen, se creen lo que dicen y vacían su
corazón del remanente de amor que les quedaba como si les sobrara.

De miradas que de tanto mirar el sol que les deslumbra acaban cegadas por su
propia ambición.

No hay nada más precioso que la mancha viva de los almendros en flor en el
paisaje muerto de una campiña helada, son puntos de color y calor que avivan
la tierra, como la Palabra de Dios aviva nuestras almas, con esperanza.

"3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones,
sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y
la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios
ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue
dado."

Que Dios os bendiga, Joves, Alfons <><



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