Muchos males nos rodean pero el odio es el más insidioso de todos, se cuela
por la ventana de nuestros sentimientos y los hiere hasta provocar ira
incontrolada de emociones.
El odio empieza siendo aversión hacia los demás y acaba siendo
aborrecimiento de sí mismo.
Un corazón lleno de odio es como un jarro lleno de agua salada en medio del
desierto, cuanto más bebes de él más sed tienes.
El amor no entiende de odio, pues no espera nada a cambio, evitando así la
decepción de no ser correspondido.
Cuanto más grande es la entrega más intenso es el odio del desengaño porque
más profunda es la herida. Pero el odio no es bálsamo mas sí veneno, no
alivia mas sí aviva el dolor.
El odio es un fardo demasiado pesado para poder llevarla solo, te hunde más
a cada paso que haces, acepta a Jesús como compañero y apoyo y él lo llevará
por ti.
El odio genera sed de justicia injusta porque expone a condena al agraviado.
Cuida el amor como si fuera joya frágil porque su exceso; el odio, es tan
malo como su falta; la indiferencia.
Ni tan solo el odio a sí mismo es bueno porque destruye lo poco que queda
cuando queda poco de uno mismo.
No hay semilla que crezca en pedregal , mas sí en tierra fértil labrada por
los avatares de la vida. Cada atisbo de odio es una piedra más en nuestro
jardín.
El odio es sentencia y solo a Dios le pertenece juzgar, nosotros bastante
tendremos con nuestro propio juicio.
Que Dios os bendiga, Joves, Alfons
"Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde
hay odio." Proverbios 15:17
http://www.facebook.com/UnDiaUnaReflexionUnVersiculo
http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
http://undiaunareflexionunversiculo.wordpress.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario