Maestro y alumno se paseaban por los jardines de la curiosidad:
- Maestro ¿qué es el terrorismo?, no paran de hablar de ello en el pueblo.
- Es una práctica ancestral aplicada al mundo de hoy. Consiste en hacer reinar el miedo a golpe de actos violentos para generar pánico, aterrorizar y dominar a aquellos que se pretende conquistar. Su cuna es el fanatismo, perder tu libertad de pensar en beneficio de un pensamiento único tele-dirigido por hombres.
- Pero ellos lo llaman sacrificio por un bien supremo.
- No hay sacrificio en perder la vida matando inocentes. El verdadero sacrificio es dar su vida por los demás. Cuando matas, anihilas tu corazón y siembras dolor y aires de venganza.
- Nos llaman infieles e impuros.
- En verdad, somos pecadores, pero, aceptando a Jesús como nuestro Señor y salvador estamos redimidos en Él por su gracia y mediante su sacrificio. Eso nos obliga humildad y compasión hacia los demás independientemente de sus actos.
La fidelidad y la pureza no se manifiestan en el fanatismo, se revelan mediante la consciencia de nuestra condición sin ánimos de condena ajena siendo un fin y no un medio. No hay más infiel e impuro que aquel que cualifica a los demás con tales atributos. Solo Dios puede juzgarnos, el único fiel y puro.
- Maestro, decías que es una práctica ancestral, ¿Por qué?
- La Santa Inquisición, era maestra en la tortura y el terror en nombre Dios. Los conquistadores masacraron a etnias y pueblos enteros en todos los continentes. El antiguo testamento está lleno de testimonios terroríficos que según donde, en la actualidad, se están repitiendo con la misma crueldad. Nada nuevo bajo el sol. El hombre sabe más de dolor que de amor, esa es nuestra condena sempiterna.
- Y ¿Cómo crees, Maestro, que se puede combatir el terrorismo? Porque siempre se monta un gran revuelo pero poco a poco cae en el olvido. Los hombres parecemos prontos en reaccionar y más rápidos en olvidar.
- Tu lo has dicho, joven. La respuesta está en Jesús y la Palabra. El nos enseña que el amor, la oración, la lectura y la predicación de la Palabra deben reinar en nuestras vidas. Todo ello debe verse en la educación, la formación, la participación, el compromiso, el sacrificio, de todo un pueblo, el pueblo de Dios. No hay victoria nuestra frente a la maldad, es prerrogativa divina. Dios juzgará en su momento aquello que Él considere, mientras tanto, nosotros debemos ser sus siervos de paz y amor.
- Entiendo Maestro
Y ambos continuaron su paseo por los jardines de la curiosidad
El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío;
mi Dios, en quien confiaré.»
3 Él te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá
y debajo de sus alas estarás seguro;
escudo y protección es su verdad.
5 No temerás al terror nocturno
ni a la saeta que vuele de día,
6 ni a la pestilencia que ande en la oscuridad,
ni a mortandad que en medio del día destruya. (Salmo 91:1-6)
Que Dios os bendiga, Alfons <><
Primera edición del libro electrónico con 1 año de
reflexiones, versículos e ilustraciones de Manuel Redondo, a la venta en
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http://un-dia-una-reflexion-un-versiculo.blogspot.com/
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Església Evangèlica La Gràcia de Déu
Ciutat de Balaguer, 40, Barcelona
Cada domingo a las 18 00, ¡OS ESPERAMOS!
- Maestro ¿qué es el terrorismo?, no paran de hablar de ello en el pueblo.
- Es una práctica ancestral aplicada al mundo de hoy. Consiste en hacer reinar el miedo a golpe de actos violentos para generar pánico, aterrorizar y dominar a aquellos que se pretende conquistar. Su cuna es el fanatismo, perder tu libertad de pensar en beneficio de un pensamiento único tele-dirigido por hombres.
- Pero ellos lo llaman sacrificio por un bien supremo.
- No hay sacrificio en perder la vida matando inocentes. El verdadero sacrificio es dar su vida por los demás. Cuando matas, anihilas tu corazón y siembras dolor y aires de venganza.
- Nos llaman infieles e impuros.
- En verdad, somos pecadores, pero, aceptando a Jesús como nuestro Señor y salvador estamos redimidos en Él por su gracia y mediante su sacrificio. Eso nos obliga humildad y compasión hacia los demás independientemente de sus actos.
La fidelidad y la pureza no se manifiestan en el fanatismo, se revelan mediante la consciencia de nuestra condición sin ánimos de condena ajena siendo un fin y no un medio. No hay más infiel e impuro que aquel que cualifica a los demás con tales atributos. Solo Dios puede juzgarnos, el único fiel y puro.
- Maestro, decías que es una práctica ancestral, ¿Por qué?
- La Santa Inquisición, era maestra en la tortura y el terror en nombre Dios. Los conquistadores masacraron a etnias y pueblos enteros en todos los continentes. El antiguo testamento está lleno de testimonios terroríficos que según donde, en la actualidad, se están repitiendo con la misma crueldad. Nada nuevo bajo el sol. El hombre sabe más de dolor que de amor, esa es nuestra condena sempiterna.
- Y ¿Cómo crees, Maestro, que se puede combatir el terrorismo? Porque siempre se monta un gran revuelo pero poco a poco cae en el olvido. Los hombres parecemos prontos en reaccionar y más rápidos en olvidar.
- Tu lo has dicho, joven. La respuesta está en Jesús y la Palabra. El nos enseña que el amor, la oración, la lectura y la predicación de la Palabra deben reinar en nuestras vidas. Todo ello debe verse en la educación, la formación, la participación, el compromiso, el sacrificio, de todo un pueblo, el pueblo de Dios. No hay victoria nuestra frente a la maldad, es prerrogativa divina. Dios juzgará en su momento aquello que Él considere, mientras tanto, nosotros debemos ser sus siervos de paz y amor.
Puede parecer pueril frente a la violencia y al terror pero no dudes joven, mientras haya alguien dispuesto a sacrificarse para salvar a los demás por amor a Dios, el sacrificio asesino del terrorismo está condenado al fracaso.
- Entiendo Maestro
Y ambos continuaron su paseo por los jardines de la curiosidad
El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío;
mi Dios, en quien confiaré.»
3 Él te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá
y debajo de sus alas estarás seguro;
escudo y protección es su verdad.
5 No temerás al terror nocturno
ni a la saeta que vuele de día,
6 ni a la pestilencia que ande en la oscuridad,
ni a mortandad que en medio del día destruya. (Salmo 91:1-6)
Que Dios os bendiga, Alfons <><
Primera edición del libro electrónico con 1 año de
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