El mal seduce por su belleza postiza
La maldad corrompe por su cordura ficticia.
Mal y maldad son dos palabras con la misma raíz pero con distintos significados. El mal está en el mundo, la maldad en el hombre perdido.
No es lo mismo actuar mal que actuar con maldad. El mal es el error humano transformado en pecado, la maldad es el pecado humano transformado en condición humana.
El mal nos acecha, la maldad nos transforma.
Actuar mal da opción al arrepentimiento
Actuar con maldad solo genera sufrimiento
La maldad entra en el hombre cuando se rinde al mal. Los hijos de Dios nunca nos rendimos al mal porque tenemos a Jesucristo, como único Señor y Salvador.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efesios 6:12
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