De abundancia de agua mana la vida, mas su exceso la arrebata.
La diferencia entre abundancia y exceso está en saber decidir cuándo se pasa de una cosa a otra, cada hombre tiene su barra de medir: con la mente o con el corazón.
Quien más tiene menos atesora, quien menos atesora más lo cuida, y debemos cuidar aquello que tenemos si queremos llegar al final de nuestro camino en este mundo.
El hombre busca abundancia de bienes, mas en opulencia se complace olvidando que todo exceso de equipaje hunde aquel que intenta mantenerse a flote.
Las bienaventuranzas abundan para aquel que obvia los excesos.
Querer en exceso mata el amor y confunde su propósito.
La pasión es enemiga de la ternura
Como la perfidia de la cordura.
La juventud es época de excesos
Que la madurez corrige con o sin tropiezos.
De tanto querer tanto
Nos olvidamos de nuestro llanto.
“Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.” Eclesiastés 5:7
“Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.” Eclesiastés 5:12
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