Muchos creen tener gran corazón porque dan aquello que les sobra mas no es dar es deshacerse y lo primero que se deshace es su corazón.
Muchos creen tener gran corazón por que predican la palabra alardeando de su gran erudición y su gran conocimiento mas no es predicar es ostentar y lo primero que ostentan es su corazón de hojalata.
Lo que sale del corazón no dice, se hace, no se vende, se ofrece, no se exhibe, se enseña.
La humildad y discreción son atuendos de un corazón sincero, el orgullo y la insensatez de un corazón de hojalata.
La sabiduría humana es destructora de la sinceridad de Dios porque ensalza el hombre y sus cualidades obviando las enseñanzas de nuestro Padre, por ello hemos hecho del humanismo una virtud cuando solo es egolatría.
No somos lo que parecemos, somos tal y como Dios nos ve.
Un corazón vencido no puede ser convencido
Un corazón convencido no puede ser vencido
Caminemos en la senda marcada por nuestro Señor, Él es el único que ve allá donde nuestra propia razón engaña nuestro corazón.
“Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros.” Corintios 1:12
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Que tengáis un buen día Joves, Alfons
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